La obra de Fabián Cháirez “La revolución” se quedará en Bellas Artes hasta la conclusión de la exposición “Zapata después de Zapata”. En ningún momento las autoridades pensaron en retirarla, sin embargo, los descendientes de Emiliano Zapata acordaron con la Secretaría de Cultura que la exhibición se mantendrá intacta… o no, ya que a lado de polémica pintura se colocará una cédula “informativa” con la posición de la familia Zapata, donde quedará de manifiesto su desacuerdo con esta interpretación.
¿Qué es lo que va a “informar” esta cédula? ¿La profunda homofobia, machismo y misoginia de los descendientes de Zapata y de gran parte de la sociedad mexicana? ¿Es necesario poner eso en un museo? ¿Exhibirnos de esa forma ante los visitantes extranjeros, por ejemplo? No pudimos superar la pintura que muestra a un hombre con tacones, sombrero rosa y pose femenina, tuvimos que ponerle una placa a lado mostrando inconformidad, demostrando que nuestro machismo es superior a la razón, al respeto por las diferencias y al progreso sobre la libre expresión de género. Qué vergüenza.
Justamente por eso vamos a protestar hoy los integrantes de la comunidad LGBT+ en la explanada del Palacio de bellas artes. Por eso y por la violencia en contra de miembros de nuestra comunidad, por la homofobia, por la necesaria eliminación de las normas de género, porque estamos cansados que un grupo de campesinos, un “familiar” de Emiliano Zapata o cualquier persona nos diga que somos menos por ser gays, o por ser afeminados. Vamos a protestar porque estamos hartos del odio.