El FBI continúa investigando el tiroteo del viernes en la base áeronaval de Pensacola, en la que perdieron la vida cuatro personas, incluido el tirador, y otras ocho resultaron heridas. Todavía es pronto para dictaminar que se trate de un caso de terrorismo, si bien los investigadores no descartan en absoluto que afloren pruebas de la radicalización del individuo y/o indicios que apunten al yihadismo como detonante ideológico de la matanza.
Con un tono especialmente delicado, habida cuenta del problema que el atentado representa para las relaciones exteriores del país y el equilibrio geoestratégico en una zona especialmente sensible, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, escribió que el rey Salman de Arabia Saudí lo había llamado para expresarle sus «sinceras condolencias y dar las condolencias a las familias y amigos de los guerreros que fueron asesinados y heridos en el ataque que tuvo lugar en Pensacola, Florida».
Trump añadió que, según Salman, «el pueblo saudí está muy enojado por las acciones bárbaras del tirador, y que esta persona de ninguna manera representa los sentimientos del pueblo saudí, que ama al pueblo estadounidense».
Entre tanto el gobernador de Florida, Ron DeSantis, comentó que «el gobierno de Arabia Saudí necesita hacer mejor las cosas para las víctimas y aquí ha contraído una deuda». «Mi Administración y las agencias estatales», añadió, «se han desplegado y continuarán brindando personal y servicios de apoyo a todos los militares, civiles y familias afectadas por el acto de violencia sin sentido de hoy».
En contra de la tesis terrorista juega, obviamente, el hecho de que el tirador, Ahmed Mohammed al-Shamrani, era un estudiante militar que recibía entrenamiento militar en la base. A favor, los mensajes de una cuenta, ya cerrada por Twitter, que varias páginas especializadas en terrorismo yihadista vinculan a Ahmed y en las que podían leerse mensajes de índole más que sospechosa.
Rita Katz, directora de SITE Intelligence Group, ha escrito que los tuits de Alshamrani, de confirmarse su autoría, sugieren «un motivo terrorista. No reclama lealtad a ningún grupo pero parafrasea a Bin Laden: “La seguridad es un destino compartido... No estará seguro hasta que sea una realidad en [Palestina], y las tropas estadounidenses salgan de nuestra tierra”». Añade Katz que «la cuestión de Jerusalén parece haber sido un asunto crítico para la ira de Shamrani".
Su segundo tuit más reciente (justo antes de su testamento) fue un retuiteo del de Donald Trump en Jerusalén en diciembre de 2017, realizado en algún momento de las últimas 48 horas». Por lo demás la «cuenta de Twitter del tirador de Pensacola shooter se creó en 2012 y acumula más de 2.700 tuits».
Las palabras de Katz no son las de un observador cualquiera: SITE Intelligence Group, con sede en Bethesda, Maryland, es una organización no gubernamental dedicada a rastrear las actividades en internet de organizaciones supremacistas blancas y yihadistas.