Una de las frases más recurrentes de los organizadores del Gran Premio de México, grupo CIE, al anunciar el regreso de la Fórmula 1 al país en 2014, era la dificultad que enfrentarían a partir del tercer año, de cinco pactados con la máxima categoría, para mantener la atención del público y no perder espectadores.
Media década después, la edición de 2019 de la carrera estableció un nuevo récord de asistencia en el Autódromo Hermanos Rodríguez con más de 345 mil personas, cifra que fue el preámbulo de lo que algunos ya esperaban; la designación de la carrera como el Mejor Evento del Año, un galardón entregado por la Fórmula 1 y la Federación Internacional de Automovilismo durante la Gala del organismo rector, celebrada la noche del viernes en el Museo de Louvre, en París, Francia.
El reconocimiento es un hito para el GP de México, que se convierte en la primera competencia en obtener este trofeo durante cinco años consecutivos, dejando atrás su propia marca establecida en 2018.
Para Alejandro Soberón, presidente de CIE, la clave del éxito está en el legado que la fecha en el país le ha dejado a la propia Fórmula 1, convirtiendo al GP de México en un modelo a seguir por el resto de los promotores, quienes ahora ya no solo deben asegurarse de crear una logística eficiente para el arribo de los vehículos, sino ofrecer un entretenimiento que vaya más allá del espectáculo en pista.
“Lo primero que claramente ha sucedido es que, a raíz de la F1 de México, todos los promotores del mundo están poniendo atención para crear experiencia. No solo es que la carrera esté logísticamente bien organizada, es cómo haces que el público quiera seguir regresando a una carrera, que el nivel de experiencia sea difícil de olvidar”, indicó Soberón.
“El GP mexicano ha entusiasmado y comprometido a otras carreras a que le pongan energías y creatividad; afortunadamente, el nuestro sigue teniendo una ventaja. Eso nos deja contentos y motivados. El Gran Premio de México cambió la lógica y la tónica a que los promotores se vuelvan más creadores de experiencia en su totalidad, a solo operadores de una competencia”.
Fortaleza para México
A principios de 2019, el futuro del GP de México se puso en entredicho luego de que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador retiró cualquier recurso público para renovar el contrato con la F1, más allá del acuerdo de cinco años que expiraba en octubre pasado, mismo que dejó pagado aún la administración del ex presidente Enrique Peña Nieto.
Ante esta situación, CIE y el Gobierno de la Ciudad de México, encabezado por Claudia Sheinbaum, trabajaron para encontrar en la iniciativa privada los fondos necesarios para mantener la competencia que, en opinión de Soberón, ayuda a la imagen del país de cara al extranjero.
“Es una enorme promoción para nuestro país, es un mensaje de respeto a la capacidad de organización del país, de logística, un enorme respeto a la capacidad de los mexicanos para recibir a los visitantes extranjeros”.
Incluso, recordó que México estuvo 23 años fuera del circuito, y “ellos aprendieron a vivir sin nosotros. Ahora que la reconozcan cinco años seguidos como la mejor carrera de mundo, la mejor parada del año, es una enorme promoción para nuestro país”.
“También, es un mensaje de respeto a la capacidad de organización del país, de logística, un enorme respeto a la capacidad de los mexicanos para recibir a los visitantes extranjeros”.
En opinión de Alejandro Soberón, lo que sigue es pensar no solo en la edición de 2020, la cual, además de que ya no contará con dinero público, pasará a denominarse Gran Premio de la Ciudad de México, pero que considera es clave para el sector turístico y por ello, “los beneficios de impacto, de imagen, de derrama económica hacía que intentáramos continuarlo. La verdad, me da gusto que lo hayamos conseguido”.