La economía española generó en 2017 unos 132,1 millones de toneladas de residuos, un 2,3% más que en el año anterior. De ellos, 3,2 eran peligrosos (1,6% más que en 2016) y 128,9 millones, no peligrosos (un 2% más). El dato positivo deriva del hecho de que las empresas de tratamiento final de residuos gestionaron 115,5 millones de toneladas, lo que supuso un 8,2% más que el año anterior. Del total de residuos tratados, el 53,9% acabaron en el vertedero, el 38,9% se reciclaron, el 3,7% fueron para operaciones de relleno y 3,5% se incineraron.