Antonio David Flores estaba preparado para todo lo que pudiese haber pasado fuera durante su concurso en la última edición «Gran Hermano Vip», ya que sabía que su regreso a la televisión podría avivar aún más la guerra judicial que mantiene abierta con su exmujer y madre de sus hijos, Rocío Carrasco. Una situación a la que finalmente se ha tenido que enfrentar una semana después de abandonar el concurso.
Los incansables esfuerzos de la hija de la desaparecida Rocío Jurado por ganar alguna batalla judicial contra su exmarido podrían ver pronto sus frutos, ya que ha conseguido una victoria inicial después de que la justicia le diera la razón en una demanda interpuesta por presuntos delitos de «insolvencia punible y estafa procesal». Tal y como publicó hace unas semanas «Vanitatis», el pasado mes de octubre la magistrada titular del juzgado número 2 de Alcobendas le otorgó a Antonio David 24 horas para pagar 80.000 euros en concepto de fianza.
Esta cantidad respondería a una deuda acumulada con la hija de Pedro Carrasco por el impago de la pensión de sus hijos durante años y que ascendería a 60.000 euros. Hasta ahora, el exguardia civil no la había pagado por declararse insolvente y, de ahí, que ahora se le acuse de «insolvencia punible». La juez que lleva el caso, tal y como adelantó el medio citado, ve indicios de delito y con el depósito de dicha cantidad quiere «asegurar las responsabilidades pecuniarias que pudieran imponérsele».
Pues bien, a pesar de las intenciones de sus abogados de evitar la entrega de dicha cantidad, este miércoles ha acudido a los juzgados para entregar los 80.000 euros. Antonio David se ha mostrado tranquilo y confiado, pero ha preferido que fuera su abogado quien respondiera a las preguntas sobre el proceso: «Se le ha notificado auto de apertura de juicio oral y le han requerido la fianza. Hemos hecho las manifestaciones que se irá cumpliendo conforme se pueda y esta fianza está embargada en el procedimiento civil anterior».
Un procedimiento que lleva en curso ya ocho años y que ha hecho que el letrado no entienda la premura que se la ha exigido a su cliente. «El interés de la otra parte es que saliera del concurso en este tiempo, eso es lo que ha hecho la otra parte. No hay necesidad de urgencia», añadía.
Ahora, habrá que esperar hasta conocer las consecuencias que tendrá esta batalla para el padre de Rocío y David Flores. Pero lo que sí es previsible es que ambos tengan que volver a verse las caras en un juicio que, seguro, hará un flaco favor a la tensa situación ya existente entre Rocío Carrasco con sus hijos y el resto de su familia.