El cine tiene razones que el mismo cinéfilo desconoce. Por ejemplo: “¿Cabía tanta gente en el camarote de los hermanos Marx?”. Probablemente nunca se lo haya preguntado, pero si alguien le formula la cuestión, sentirá que ha nacido exclusivamente para averiguarlo. Y, además, urgentemente. Puestos a pensar, hay infinidad de circunstancias, anécdotas, filmes, actores, que nos darían pie a interesantes preguntas.
Emilia Esteban, Blanca Garrido y Claudia Lorenzo han hecho el trabajo, digamos, “sucio”: articular a través de un centenar de cuestiones cuánto puede interesarnos o intrigarnos sobre el séptimo arte. Por ejemplo, ya que estamos, de dónde viene esa misma expresión: séptimo arte. En concreto, fue el periodista y crítico italiano Ricciotto Canudo el primero en utilizarlo en 1911 en su obra “Manifiesto de las siete artes y estética del séptimo arte”. Para Canudo, el cine era “el arte total hacia el cual todos los otros, desde siempre, tendieron”. Más de un siglo después, su expresión sigue vigente.
Al igual que se mantiene en el uso popular la fórmula por excelencia del cine, su “ábrete sésamo”: “Luces, cámaras y acción”. David W. Griffith fue el primero en usar esta expresión, en tiempos del cine mudo, de ahí que no se dijera nada del sonido. La hemos visto replicada miles de veces en películas que tratan de la propia industria.
Emilia Esteban, coautora de “El cine en 100 preguntas” (Nowtilus), explica que muchas de las preguntas (por ejemplo “¿De verdad era Paul Newman el hombre perfecto?”) actúan como “macguffin hitchcockianos” “para profundizar en diferentes mundos cinematográficos, personajes o secretos fílmicos por descubrir”. “Por su formato, el libro se puede leer de forma ordenada o como “cápsulas” sueltas, para así aclarar temas poco conocidos e incluso grandes misterios. Pero no queríamos que todo fuesen historias y anécdotas”, señala Esteban. Por lo que, a través de varios bloques, accedemos a todo un curso de cine exprés: industria, promoción, producción, géneros, oficios, teoría cinematográfica, formas de consumo...
De forma transversal, las autoras han querido recuperar nombres de mujeres que, en mayor o menor medida, han influido en el cine. “Ha sido un trabajo duro. Había mucho que leer y documentarse para extraer lo más esencial, siendo rigurosos, e intentar al mismo tiempo ser amenos. Ofrecer datos que entraran bien a la gente y, en resumen, le diesen más ganas de ver cine. Esa era la principal motivación”, añade Esteban.
De los Lumière al imperio Marvel, paseamos por más de un siglo de cine, descubriendo personajes tan peculiares como Allakalliarak, el esquimal que se convirtió en estrella de Hollywood en los años 20. Protagonizó el considerado primer documental de la historia, “Nanuk, el esquimal”, de Robert Flaherty, un filme que descubrió el ancestral “modus vivendi” de los inuit y hasta hizo considerar a la industria la posibilidad de rodar películas con estos protagonistas dado el éxito de la cinta.