Las autoridades deberían alertar de los peligros que tiene dudar de LeBron James. Cierto es que en su primera temporada en Los Ángeles no logró clasificarse para los playoffs por primera vez en trece años. Cierto es, también, que las sensaciones, las lesiones y la marcha del equipo hicieron sospechar que aquello de su declive podía ser verdad. Pero nada más lejos de la realidad. LeBron lidera hoy a unos Lakers que tienen el mejor balance de toda la NBA tras 18 partidos (16-2) y que han firmado el segundo mejor arranque de su historia. Un año después, todo es muy distinto.
Los Lakers no saboreaban una situación así desde la 2010-11, con Phil Jackson en el banquillo y Kobe Bryant y Pau Gasol en la cancha. Tras su travesía por el desierto, parecen haber reencontrado su camino. Y LeBron, que desconoce el significado de la palabra «rendirse», tiene mucho que ver con ello.
En el último partido, LeBron se convirtió en el jugador más joven en alcanzar los 33.000 puntos
, un nuevo récord que añadir a una carrera que puede acabar dejando atrás a todas las demás. Antes que él lo consiguieron Kareem Abdul-Jabbar, que lo hizo con 37 años; Karl Malone, con 38; y Kobe Bryant, con 37. Todos ellos, por cierto, exjugadores de los Lakers. Este récord, además, lo consiguió diez días después de convertirse en el primer jugador en lograr un triple-doble contra todos los equipos de la NBA.
Con 34 años, LeBron James es el jugador más joven de la historia de la NBA en alcanzar esta cifra33.006 puntos,
Su segunda juventud
«The King» cumplirá 35 años en diciembre, lo que no le está impidiendo rendir a un gran nivel. La estrella de Akron atraviesa, para sorpresa de muchos, uno de los mejores momentos de su carrera: «Mi salto está de vuelta, mi velocidad está mejor que nunca, mi mente está en forma, mi cuerpo en un estado óptimo. No sé qué es lo que está pasando, puede ser el vino que bebo. Seguiré bebiendo un poco más si voy a seguir así», dijo tras completar su enésima exhibición. Después de la dudas que generó su fichaje por los Lakers, empieza a demostrar que no estaba equivocado.
El cuatro veces MVP de la NBA quiere más y no está dispuesto a echar el freno. Su promedio es tal que, de seguir así, se podría acabar convirtiendo en el máximo anotador de la historia. Hasta el momento ha jugado 1.216 partidos en 17 temporadas, lo que se traduce en una media de más de 25 puntos por partido, cifra que está manteniendo también este año.
Los angelinos son hoy, junto a sus vecinos los Clippers, los favoritos para hacerse con el anillo. El fichaje de Anthony Davis fue un aviso a navegantes: los Lakers querían volver, y teniendo a LeBron, era más que factible. Su declive no está cerca, y por si queda alguna duda, ya se encarga el propio LeBron de recordarlo: «No estoy al final de mi historia. Me retiraré cuando no pueda correr, como Tom Brady».