No podía imaginar este matrimonio de Dos Hermanas que uno de los días más grandes para el comercio sevillano iban a pasarlo en casa. Hoy sí que fue un viernes negro para ellos
Más de 20 años llevan Esteban Marín y su esposa Amalia Marín de 73 y 72 años de edad, respectivamente, en la calle Sierpes tocando el teclado y esta mañana, por orden de la Policía Local, tuvieron que marcharse hasta después de las fiestas.
La Policía pidiéndole al matrimonio que despejen la zona y se marchen
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ABC
«¿Cómo echamos ahora gasoil al coche?», lamentaron los ancianos con los ojos vidriosos mientras recogían sus cosas porque esperaban sacar el «jornal« del día, unos 30 euros que les ayudan a sobrevivir «mientras llega y no la paga que tenemos pedida».
«Venimos del mundo del circo y eso ya no da para comer así que estamos aquí desde hace más de 20 años y vamos tirando. No sé yo qué daño hacemos aquí a nadie», relataba Esteban que, según su mujer, sufre Epoc, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica.
«Si no quieren que nos pongamos aquí que nos den trabajo para ganarnos la vida», terció su mujer con la gorra llena de monedas en la mano.
A no muchos metros, delante de le Facultad de Bellas Artes, Rubén Carmona, de 47 años de edad se gana la vida vendiendo discos de vinilo con siluetas de caras de famosos que él mismo hace de forma artsanal.
Unos 30 euros cuesta cada una y, si se hace por encargo, es decir, si llevamos una foto nuestra o de un familiar llega a 40. Pero estos días Rubén no está para encargos. O sí, pero no podrá hacerlos y entregarlos hasta después de las fiestas.
También en la calle estaba ayer Rosario Nieves, vendiendo cupones de la ONCE junto a El Cronómetro. Ella ya llevó 1.260.000 euros en 2012 a varios agraciados y ahora espera dar más premios con su cupón de hoy que lo pregona al son de una especie de mix «Niños de San Ildefonso-Black Friday».