Hace un tiempo mi personalidad se acoplaba a las personas con las que me encontraba. Mientras compartía la copa de vino tinto con mi ex suegra, era la chica más educada y callada del mundo. Pero al regresar con mis amigas me hundía en un tarro de cerveza mientras la tarde iba cayendo y el baile no acababa.
Dentro de mi crisis existencial fui como un camaleón, cuidándome del qué dirán. Moldee mi personalidad para ser la novia perfecta que quería mi ex novio. Deje sueños, tiempo, muchas lunas sin seguir la creatividad que siempre ha reinado en mi interior. Pero eso ya no importa, porque al final tengo mil lunas más que vivir y algo se despertó en mi interior.
Hablar el mismo lenguaje que otra persona no es una casualidad para mi, se llama bendición y destino. Es increíble como la presencia de esta persona especial, despertó en mi la creatividad que había estado escondida por tanto tiempo dentro de mi. Al poco tiempo, él partió en otra dirección y fue mi trabajo encontrar la forma de seguir trabajando en mi creatividad y mi persona.
Parte de mi no lo aceptaba pero las expectativas que mis padres habían puesto sobre mi pesaban y vaya que lo hacían. Seguí mi camino encontrando mi propia voz, al estar sola me di cuenta que tenía muchas cosas en las que trabajar. Ser tu misma no es sencillo, pues normalmente el exterior siempre quiere que actúes como los demás. Afortunadamente nunca he sido un borrego, yo me llamaría a mi misma la oveja negra de la familia.
Poco tiempo después de tener varias transformaciones en mi vida, conocí a otro gran maestro. su paso por mi vida fué aún más fugaz que el chico anterior, pero vaya como me enseño. Me recordó esta llama que me funde cada vez que me encapricho con una idea. El me enseño como ir en contracorriente sin siquiera darme cuenta de las personas a mi alrededor. Al fin y al cabo nunca he encajado en ningún lugar y ninguna de mis amigas me comprende de verdad. Por eso las amo tanto, porque son las únicas personas presentes que me aman a pesar de mi rareza.
Parte de ser la oveja negra es que lo eres en tu familia y también en todos los demás círculos. Pocas serán las personas que realmente podrán comprenderte y seguirte el paso. Porque para muchos ser incomprendidos no es tan malo. Ser la persona que se anima a hacer cosas sin pensar tanto en el futuro es lo que me hace ser yo y hasta ahora he entendido como aceptarlo. Porque la verdad es que nunca he querido una vida similar a los demás. No me importan demasiado las pertenencias, la familia ni tampoco la forma en la que me perciban los demás. Tener buenos amigos no es tan sencillo pero siempre vas a tener a alguien, eso te lo aseguro.
En estas últimas semanas he decidido dejar las expectativas de todo el mundo de lado. Me voya mover a mi propio ritmo le cueste a quien le cueste. Al final los demás siempre van a encontrar una razón por la que criticarte. Así que si te vas a preocupar, preocupate por ti misma. Por tus metas, aspiraciones y por vivir al máximo.
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