A tres años de lograr el histórico acuerdo que reconoció a las FARC como una organización política y permitió el surgimiento del partido político denominado Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, en Colombia, todavía se vive bajo la amenaza de la guerra. Narcotraficantes y paramilitares de extrema derecha han saboteado los acuerdos y han encontrado la complicidad de partidos políticos como el Centro Democrático fundado y dirigido por el ex presidente Álvaro Uribe Vélez (2002-2010) quien además es el principal apoyo del actual mandatario Iván Duque Márquez.
En los recientes 15 días el gobierno del derechista Duque Márquez ha sido cuestionado por promover un paquete económica que castiga duramente a trabajadores, desempleados, campesinos pobres, estudiantes de universidades públicas, amas de casa y a una mayoría de la población que lucha por sobrevivir en un país donde faltan las oportunidades para vivir con decoro y dignidad.
Un grupo de estudiantes colombianos becados o en programas de intercambio en Jalisco considera que es importante que la Universidad de Guadalajara mire hacia Colombia y en vísperas de comenzar la edición 33 de la Feria Internacional del Libro (FIL-GDL-2019) abra otra oportunidad de reflexionar sobre la Paz con Justicia Social que todavía está ausente en la patria de Gabriel García Márquez, ese colombiano que amó y vivió en México además de ser promotor de la feria de Guadalajara y fundador con su colega Carlos Fuentes de la Cátedra Julio Cortázar en el año 1994.
“Por justicia con el pueblo colombiano, también debería dársele un reconocimiento a los dirigentes de las FARC-EP, porque el Acuerdo de Paz los tiene como protagonistas. Siempre han querido hacerlos aparecer como victimarios, pero si examinamos la historia de los recientes 35 años han sido víctimas, como en 1985 y 1990 cuando promovieron el partido llamado Unión Patriótica”, expresó Marcela, originaria de Armenia, Quindío, quien estudia Artes Plásticas en la Universidad de Guadalajara.
Jóvenes colombianos, peruanos y mexicanos se acercaron al llamado Parque Rojo de la capital jalisciense para rendir un homenaje póstumo al estudiante Dilan Cruz asesinado por el Estado colombiano durante las protestas de los recientes días en Bogotá.