Se acerca el fin de semana y nuevamente los operativos de alcoholemia, por lo que no se duda que también regresen los problemas, ya que por un lado están los oficiales de Vialidad y por el otro, los conductores que no entienden que no deben manejar en estado de ebriedad, ya que al hacerlo ponen en peligro sus vidas y las de terceros.
El pasado día 26 del presente mes, una mujer de 42 años de edad, quien manejaba en completo estado de ebriedad, provocó un accidente vial sobre la carretera Torreón-Matamoros, luego de estrellarse contra otro vehículo.
Después del percance, le hicieron la prueba de la alcoholemia y dio positivo, por lo que fue remitida y tuvo que pagar los daños y las multas correspondientes.
Así como esta mujer, hay muchos que desde temprana hora empiezan a ingerir alcohol sin medir las consecuencias, por lo que algunos ya ebrios, al detenerlos en el alcoholímetro, se ponen agresivos y sienten que andan bien, que lo que se tomaron no es para que estén ebrios y es cuando empiezan los alegatos con los oficiales de Tránsito y Vialidad.
En algunas ocasiones, son tantos los reclamos, que muchos conductores ebrios agreden a los elementos, por lo que tienen que ser detenidos mediante la fuerza policiaca.
Por estas acciones, Jorge Zermeño, alcalde de Torreón, ya dio la instrucción a los agentes de Tránsito y Vialidad para que no toquen a ningún ciudadano durante los operativos, a todos aquellos que se nieguen a realizar la prueba de alcoholemia, por lo que solamente se les retendrá su vehículo, además se harán acreedores a una infracción, así como a una denuncia por no obedecer una instrucción.
Es ahí en donde entra la duda, ya que a un conductor ebrio se le detiene normalmente, se le fija una multa y hasta el Ministerio Público va a dar.
Con la nueva instrucción, no cabe duda que habrá conductores felices, ya que si los agarran ebrios, que se lleven los vehículos y ya después se “arreglan” para recuperarlos.
Todo indica que a muchos se les acabará el negocio y quienes laboran en Tribunales Municipales, verán vacías las celdas.
No cabe duda que la instrucción parece contraproducente, pero así la dio el alcalde.
walter.juarez@milenio.com
