El golpe violento en Bolivia, como todas las operaciones de cambio de régimen y trucos sucios de Washington, ha sido ayudado e incitado por los maestros del eufemismo de los medios corporativos. Pero este fenómeno no es exclusivo de la intromisión estadounidense contra aquellas naciones consideradas en su "patio trasero". Los aliados de los Estados Unidos utilizan los mismos métodos para desviar y engañar a los crédulos.