Desde que hace tres años Manuel Marcos creará su propia empresa Fooga bajo el lema “Tengo un plan” y apostara por su gran pasión, las zapatillas, ha lanzado más de 20 colecciones “esta última la mejor de nuestra historia, ya que los colores elegidos no son tendencias, sino que es lo que nos demanda la gente”, afirma Manuel a la Buena Vida.
Esta es una de las características de Fooga, preguntar a sus seguidores, consumidores y clientes potenciales, conocer su opinión y lo que necesitan. “Gracias a Instagram (@foogaplan), hemos recopilado la información de los gustos de la gente y lo que más valoran en el calzado es la comodidad, así que decidimos centrarnos en eso, pero sin perder el estilo que nos caracteriza”, explica el fundador de Fooga.
Después de varios meses, Fooga lanza ahora un nuevo modelo de zapas, con mejores tejidos y sobre todo con una plantilla ultracómoda.
Las plantillas de Fooga están compuestas de espuma de alta densidad con gran capacidad de absorción y desabsorción, dando el 100% de transpirabilidad. Extremadamente ligeras, con un óptimo rendimiento sin agregar peso y sin perjudicar la recuperación del material. “En resumen, cómodas no, lo siguiente”, reza el eslogan.
Dentro de estos cambios de la empresa, Manuel ha ampliado su visión y se ha aventurado a extender sus productos. Así, Fooga ha entrado en el mercado textil, con una nueva colección de sudaderas y camisetas con el mismo estilo, cuidando el diseño y la calidad.
“Y seguimos con nuestra idea esencial: mantener los envíos gratis, ya que los compradores valoran enormemente este servicio”, remarca Manuel.
Además de estos cambios, en mayo han abierto tienda física en Valladolid, “pero no una tienda cualquiera, es nuestra oficina central, donde la gente puede ver en todo momento en qué estamos trabajando”, expone emocionado Manuel.
La tienda presenta un diseño nórdico muy trabajado y adaptable a cualquier local para la apertura de futuros establecimientos. Gracias al impulso de esta tienda, las ventas han aumento en un 50% aproximadamente.
“Lo curioso de las ventas en tienda física es que nuestras prendas y zapatillas no duran más de 10 minutos, ya que el cliente viene con el producto estudiado gracias a la tienda online y a las redes sociales”, relata el fundador de Fooga.
De momento, Manuel no cuenta con empleados y, por lo tanto, el negocio lo lleva únicamente él. Sin embargo, tal es el crecimiento de su empresa que ya está pensando en contratar a personal.
Lo que sí que tienen es un socio inversor, Jacobo Hernández, que entró en febrero de 2019, para poder seguir creciendo como marca y controlar las cuentas, algo que requiere más trabajo especializado.
A corto plazo pretenden abrir una ronda de financiación, escuchar propuestas para poder avanzar en nuevos productos.
La idea principal es continuar desarrollando más modelos de zapatillas, pero sin dejar de lado el mercado textil, ya que complementa el look de marca.
Además, están considerando abrir otras tiendas en España, con el mismo concepto que la tienda de Valladolid: un establecimiento abierto, con oficina y muy cómoda para que el cliente se sienta como en casa.
