Finalmente hubo fiesta en Génova. El PP celebró su espectacular remontada y sus 87 diputados. Ahora que el PP está fuerte y recorta distancia con los socialistas, Casado advirtió: “Vamos a ser exigentes con el PSOE y después ejerceremos nuestra responsabilidad porque España no puede seguir bloqueada”.
Ante una posible abstención del PP para facilitar la investidura de Pedro Sánchez, el ganador de las elecciones con 120 escaños, Casado dijo que “nuestros programas son incompatibles”, pero “ejerceremos nuestra alternativa” como partido líder de la oposición. Arropado por el comité ejecutivo, en una tarima en los exteriores de Génova, Casado dejó claro que quien tiene la llave para desbloquear la situación es el actual presidente del Gobierno: “Estamos a la espera de lo que plantea”. “Tiene la pelota en su tejado”, apostilló.
En el PP no han querido aclarar si facilitarían la abstención en el caso de que Pedro Sánchez diese un paso al lado, pero recordaron lo prometido en campaña: “Con Sánchez ni a la vuelta de la esquina”. Y le invitó a “valorar su futuro” ya que “ha perdido su referéndum”.
El PP vuelve a exhibir músculo y saca pecho ante la caída de Ciudadanos: “Se ha visto que cuando alguien intenta sustituirlo, el PP siempre resurge a la altura de lo que España necesita”.
El Partido Popular de Pablo Casado ha obtenido 87 diputados con una espectacular remontada respecto a los malos resultados obtenidos en los comicios de abril, cuando tocó suelo con 66. Pese a que ha ganado 22 escaños, el líder popular se coloca como el segundo más votado.
No suma con VOX (52) ni Ciudadanos (10), pero desde Génova inciden en que “el PP es la única vía de solución a Sánchez”.
Los populares recuperan terreno: “Es una remontada que parecía imposible”, según comentan fuentes internas a los periodistas. Y el artífice, insisten, ha sido Pablo Casado que ha acallado las voces que en abril pedían su dimisión. Ya nadie discute su liderazgo dentro del partido.
Así, el PP vuelve a convertirse en el partido hegemónico de la derecha tras el estrepitoso descalabro de Ciudadanos, que en abril se quedó a tan solo 200.000 votos de dar el “sorpasso”. Ahora es Vox quien le disputa al Partido Popular viejos feudos, como Murcia y Andalucía, comunidades en la que Santiago Abascal se coloca como primera fuerza. En el País Vasco los populares no consiguen representación y en Cataluña suman dos diputados (ganan uno con respecto abril) empatados con Vox.
