La Policía Nacional expulsó del centro comercial Metrocentro, en Managua, a un grupo de familiares de presos políticos que pretendían realizar un piquete exprés en ese lugar. Los ciudadanos llevaron pancartas con las fotos de sus allegados, sin embargo, fueron interceptados por los oficiales que desplegaron un inmenso operativo para evitar la manifestación de al menos doce personas.
Los oficiales obligaron a los protestantes a salir del centro comercial y luego los asediaron hasta llegar al sector de Monte de Los Olivos, tal y como sucedió hace unos días con otros manifestantes que pretendían realizar un plantón en la zona de carretera hacia Masaya,
Al menos doce patrullas, cargadas de seis oficiales cada una, usó la Policía para evitar que los familiares de los presos políticos realizaran el plantón. Durante el asedio los oficiales también agredieron a los periodistas que brindaban cobertura a la actividad. Al reportero Giovanny Shiffman un agente le propinó una patada en el trasero. Al equipo de La Prensa lo retuvieron por varios minutos.
“Sentí una patada en la parte de atrás, en ese momento casi me caigo, el zapato se me zafó. Logré identificar al policía. Le le pregunté por qué me había agredido. Solo respondió con palabras soeces. Luego afuera de Metrocentro una patrulla intentó atropellarnos. Le pregunté a otro oficial por qué nos tiró la camioneta y otra vez nos ofendieron”, dijo Shiffman a CONFIDENCIAL.
El equipo periodístico de La Prensa, conformado por la reportera Lidia López, el fotógrafo Roberto Fonseca y el conductor Carlos Lam, fue retenido por más de veinte minutos por la Policía. Los oficiales requisaron el vehículo y luego le retuvieron los documentos al chofer con el argumento de que estaba obstruyendo el tráfico.
“Dos veces lo requisaron. La primera vez fue por cinco minutos. Ahí nos dijeron que no anduviéramos cubriendo. Luego seguimos a las patrullas porque ellos iban detrás de los manifestantes, y nos detuvieron otra vez, aquí fue por 25 minutos. Nos tuvieron parqueados todo ese tiempo. Luego nos dejaron ir. Nosotros miramos esta acción como una forma de evitar la cobertura periodística”, declaró López.
Cumplido “el trabajo”, los oficiales se montaron a sus patrullas y luego realizaron otros rondines por la zona. De igual forma se apostaron en las cercanías de Metrocentro para evitar cualquier “conato” de protesta de ciudadanos autoconvocados.
El cinco de noviembre la Policía Nacional también agredió a un grupo de manifestantes que intentó realizar un plantón en el sector de carretera a Masaya. Los agentes de la Dirección de Operaciones Especiales (DOEP) también arremetieron en contra de María Gómez y Josseling Rojas, periodistas de Artículo 66 y Acción 10, respectivamente.
El comisionado general Vladimir Cerda fue el encargado de dirigir la agresión. Primero obligó a los manifestantes y periodistas a ingresar al parqueo del supermercado, luego acordonó el área para evitar que más medios dieran cobertura y que otros ciudadanos se sumaran a la protesta.
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La periodista Josseling Rojas, de Acción 10, fue agredida por dos oficiales de la Policía. Uno de ellos le pegó en su brazo para botarle el celular y otro le arrojó tierra en la cara.
“Son dos miembros de la Policía que se han encargado de asediarme. Uno de ellos me pegó para que botara el teléfono, y el otro me tiró tierra. No sé cuál es la intención, aquí lo que ando haciendo es mi trabajo, nos están asediando y no nos han dejado trabajar en paz. No me dejaban pasar, es lo que estamos viviendo, nos quieren callar a los periodistas que hacemos un trabajo independiente”, denunció Rojas.
Gómez cuestionó a uno de los oficiales el por qué la Policía agredió a manifestantes pacíficos y a periodistas que solo estaban haciendo su trabajo. El agente no respondió a la reportera de Artículo 66. Contrario a eso le exigió que se apartara de su camino y orientó a sus subordinados que continuaran con la represión.