“¡Buenas noches y viva España!”. Así ha abierto el presidente de Vox, Santiago Abascal, su intervención. El partido de derechas ha conseguido 52 escaños en el Congreso y ha sido la tercera fuerza política en estas elecciones generales, subiendo en 28 escaños respecto a las pasadas elecciones del 28 de abril. “Hemos llegado hasta aquí sin un solo de dinero público y hemos llegado hasta aquí a pesar de una brutal campaña de criminalización”.
Desde un balcón habilitado en el exterior, ha lanzado un mensaje de gratitud a los 3,5 millones de votantes de Vox, a quienes les ha prometido que no les defraudarán. "No vamos a dar ni un paso atrás y defenderemos en las Cortes lo mismo que hemos defendido todo este año de campañas electorales", ha asegurado, cuando su partido ha experimentado una gran evolución al pasar de cuatro o cinco concejales a ser la tercera fuerza política del país.
El presidente del partido ha asegurado que han conseguido “abrir todos los debates prohibidos” y que hoy en España “se ha consolidado una alternativa patriótica”. Además, demanda la aplicación del 155 en Cataluña e insiste en la “transformación del antigualitario y liberticida estado de las Autonomías”. También celebra que trabajarán para poner fin “a la dictadura progre”.
Según ha recalcado, han abierto debates prohibidos y les han dicho a la izquierda que no tienen "ninguna superioridad moral" y que todos los españoles tienen derecho a defender sus ideas.
Han contribuido así, ha dicho, al perfeccionamiento de la democracia, porque "hoy el Congreso no solo es más plural, sino que tiene una representación real y fidedigna de lo que representa el pueblo español". “Hace once meses no teníamos representación y hoy somos la tercera fuerza política”. Sus seguidores le gritaron “presidente, presidente”, a lo que él contestó: “No, de momento, para eso hay que trabajar más”, concluye.