Los Coworking Spaces (CWS) son un fenómeno creciente a nivel global y, entre sus hallazgos en la creación de valor, fomentan un ecosistema para la innovación.
El número de CWS se ha extendido y es visible en la mayoría de las ciudades, con más de 22 mil 400 espacios en todo el mundo, ubicados en 63 países. Según una encuesta mundial sobre CWS, su número en todo el mundo ha crecido de 75 en 2007 a ocho mil 900 en 2015, y a 22 mil 400 en 2019. El número de miembros en todo el mundo también creció de 545 mil en 2015 a dos millones 170 mil en 2019.
La mayoría de los coworkers tienen entre 20 y 30 años, con una edad promedio de 34 años. Dos tercios son hombres, un tercio son mujeres. La misma proporción de hombres a mujeres son emprendedores y parte de pequeñas empresas.
Algo más de la mitad de todos los coworkers son trabajadores independientes y consultores (54 por ciento), considerando que una nueva generación de profesionales se siente atraída a elegir una vida con mucha flexibilidad en términos de tiempo y lugar de trabajo. Casi el 20 por ciento son emprendedores que emplean a otros, y cuatro de cada cinco coworkers cuentan con una educación universitaria.
La abrumadora mayoría de los coworkers trabajan en el campo de las industrias creativas y nuevos medios. La mayoría de ellos son desarrolladores web o programadores, aunque el límite entre las descripciones de trabajo es amplio y muchos coworkers se especializan en más de un campo específico. Otras industrias importantes son las de relaciones públicas y marketing. Vale la pena mencionar que periodistas, escritores, arquitectos y artistas también están presentes en los espacios de coworking.
Las investigaciones que se han realizado para estudiar estos nuevos modelos de trabajo han seguido un enfoque cualitativo e inductivo, mediante casos de estudio, con observación detallada para comprender las prácticas en estos espacios como constitutivas del fenómeno del coworking. El objetivo de las investigaciones es conocer por qué los miembros eligen unirse y reunirse en un espacio de coworking, así como las ventajas de construir una comunidad.
Con base en los casos de estudio, se identificaron tres enfoques diferentes como impulsores o motivaciones para afiliarse como miembro de CWS: (1) colaboración basada en costos; y (2) colaboración basada en recursos; y (3) colaboración basada en relaciones y conocimiento. Los resultados coinciden en que los CWS son parte de la economía compartida (“sharing economy”).
Algunos CWS están siendo adquiridos por personas que simplemente buscan un lugar para trabajar en su computadora portátil durante unas horas, mientras que otros intentan reunir cuidadosamente PyMEs y emprendedores que acuden todos los días. La investigación de dichos espacios, utilizando encuestas, ha evaluado su capacidad para apoyar a las empresas y empresarios residentes para crecer, o convocar a otros usuarios del mismo giro para negocios. La investigación para estos nuevos modelos de trabajo se ha concentrado en entornos urbanos y en particular en áreas de corporativos, de universidades y de turismo, encontrando un enfoque para coworkers buscando encontrar talento, recursos complementarios, y redes de colaboración, señalando que podrían ser un vehículo para fomentar la creatividad, motivando a los coworkers a expandir continuamente su capital social mientras socializan.
Como resultado de la investigación entre CWS, la colaboración basada en costos, busca reducir los riesgos de adquisición de activos. La colaboración basada en recursos busca utilizar equipo especializado como herramientas y equipos (impresoras 3-D). La colaboración basada en relaciones y conocimiento busca complementar la realización de proyectos e iniciativas de emprendimiento en áreas especializadas.
El tipo de intercambio implementado depende del propósito tanto de los gerentes de los CWS como de los miembros de la comunidad. Es por ello que los administradores de CWS tienen un papel de liderazgo en la implementación del enfoque de compartir, organizando actividades centradas en compartir y capacitando a la comunidad para evolucionar libremente.
Los aspectos comunes de afiliación se basan en la búsqueda de comunidades que promueven eventos de capacitación, de levantamiento de capital emprendedor, y culturales, para reforzar la proximidad entre los miembros y la continuidad de su afiliación.
La autora es Profesora del Departamento de Emprendimiento e Innovación Tecnológica EGADE Business School, Tecnológico de Monterrey .
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