La evolución de la civilización se asocia a la progresividad de los Derechos Humanos. Al principio, la fuerza bruta prevaleció y el más fuerte o el que contaba con más armas se impuso. Todavía con algunas limitantes ocurre lo mismo. En al menos dos terceras partes del mundo impera la dictadura sobre la democracia, el derecho de la fuerza sobre la fuerza del derecho.
Cuando hablamos de antecedentes en materia de derechos humanos hay que citar: al Código de Hammurabi, que aunque estableció la “Ley del Talión” o sea el ojo por ojo, diente por diente, acabó con la espiral de violencia, y además protegió a las mujeres y a los niños; el Cilindro de Ciro que terminó con la esclavitud y la discriminación; la “Ley Mosaica” inspirada en el profeta Moisés; la democracia griega y la consagración, entre otros, del derecho de enterrar a los caídos; los romanos con los derechos relativos a la propiedad; el cristianismo con el derecho canónico, San Agustín, Santo Tomás y la escuela del derecho natural impulsada por el jesuita Francisco Suárez; el Renacimiento con el reforzamiento de los derechos individuales y la libertad de imprenta; la Ilustración con la concepción del Estado moderno, la independencia de los poderes y el establecimiento del gobierno alternativo; la Declaración Universal de 1948 en la ONU marca un hito en el siglo XX, que culminó con la creación de la Corte Penal Internacional. En el siglo XXI toma cuerpo el principio de la jurisdicción universal en materia de los Derechos Humanos, que consiste en que todo aquel que ha violado derechos en algún país puede ser condenado en cualquier parte del mundo, al considerarse que ha cometido delitos contra la humanidad entera. En este sentido, cada día las legislaciones nacionales ceden competencias a los órganos internacionales en materia de Derechos Humanos. Nuestra Constitución vigente es un ejemplo, donde los Derechos Humanos prevalecen al orden interno y son de aplicación inmediata y preferente, tal y como lo establecen los artículos 31 y 23 de la Carta Magna.
Las graves violaciones a los Derechos Humanos serán castigadas tarde o temprano. Estos derechos además de progresivos son imprescriptibles. Todavía se están castigando a los que violaron Derechos Humanos en las dictaduras del sur. Queda pendiente se haga justicia en Venezuela. Con seguridad más temprano que tarde serán castigados los violadores a los Derechos Humanos, muchos de ellos ya con sanciones por parte de la comunidad internacional. Como dice el refrán: “la justicia tarda, pero llega”.
@OscarArnal
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