Es media temporada y por todos lados ya está bien intenso el debate en torno a qué entrenadores en jefe ya no veremos a partir de la próxima campaña.
En esta trinchera tenemos a dos gallazos para que sean despedidos en los primeros minutos del llamado lunes negro y todas nuestras fichas están puestas en los hombres que “lideran” a los Jets y a los Browns.
En Nueva York queda más que demostrado que las carretadas de dinero no hacen a un campeón. Los Jets gastaron a lo tonto en agentes libres en ambos lados del balón, además reciclaron a un entrenador en jefe dentro de su misma División, un tal Adam Gase que aún no nos explicamos como es que agarró chamba luego del cochinero que dejó en Miami.
Gase no ha cumplido las expectativas de tener un equipo explosivo a la ofensiva con todo y Le’Veon Bell y ya hasta se peleó con alguno que otro referente, y su aventura neoyorkina parece será de una sola vez.
En Cleveland... pues ¿qué podemos decir? A estas alturas de la campaña, el año pasado, los Browns iban mejor, y a Freddie Kitchens ya todos se le están saliendo del huacal. No por nada a ese lugar se le conoce como la “fábrica de las tristezas”, y todo apunta que se viene ooooootro nuevo entrenador en enero.
El chaparro favorito del Noroeste sigue acumulando bonos para llevarse el galardón al Jugador Más Valioso al final de la temporada, pues sobre sus hombros carga a todos los Seahawks y lo demostró una vez más el domingo pasado cuando se atascó con cinco pases de anotación, uno de ellos para ganar en tiempo extra
Como en la lotería, ya salió el valiente. Baltimore, más que presumir el haberle quitado el invicto a los Patriots, puede jactarse de que en sus filas cuenta con un candidato a Jugador Más Valioso (Lamar Jackson), que se adapta a las circunstancias de cualquier partido y que con el plan de juego adecuado puede ganarle al que se ponga en frente.
Hace no mucho estábamos hablando de que los Texans podrían convertirse en serios contendientes de acuerdo con el ritmo que marcara Deshaun Watson. Pues bien, parece que no nos equivocamos, pues si este mariscal de campo no hubiese tenido las actuaciones que ha mostrado recientemente, Houston no estaría ocupando el primer sitio de su División. Lo que resulta más loable, es que Watson hace un buen contrapeso a la pérdida de Justin James (YeiYei para los cuates) Watt.
Como ya nos cansamos de tirarles arena porque era más que claro que iban con todo por la primera selección del Draft del próximo año, ahora no nos queda más que tirarle cebollazos a un equipo de los Dolphins, que aunque le haya ganado a unos muertos Jets, pueden presumir de que no se irán en blanco en la columna de ganadores, aunque nunca hubiese sido su intención lograr una victoria.
Al entrenador en jefe de los Browns le bastó media temporada para contagiarse de la ineptitud que reina sobre la franquicia, aunque pensándolo bien, Kitchens no ha desquitado en ocho juegos el por qué se ganó ese puesto, pues no jugar agresivo en un juego que parecía cerrado ante Denver, a final de cuentas le costó perder.
Los únicos milagros que le podemos colgar a los Jets son el cambio de uniformes y haberle ganado a los Cowboys. Ya, es todo. Más allá de eso, el equipo de Nueva York se la pasa haciendo el ridículo cada que puede, pero siempre encuentra formas de superarse, y el domingo nos lo demostró cayendo ante unos Dolphins que en realidad no querían ganar.
Sólo hay que ver bien la foto de Baker Mayfield (el señor que adorna el recuadro de arriba) para saber bien qué onda con la campaña de los Browns. Más allá de convertirse en contendientes (como muchos esperaban), los de Cleveland hicieron una regresión a... a... a todos los años anteriores, pues pierden de la peor manera posible y no asustan a nadie.
Continuando con los equipos que hicieron mucho ruido, pero han ofrecido pocas nueces, aterrizamos con los Bears, cuya ineptitud a la ofensiva raya en lo ridículo. Mitchel Trubisky tiene menos capacidad de pasar que una máquina lanza balones y la defensiva ya se cansó de sacar las papas del fuego, por lo que no es extraña esa racha de cuatro derrotas seguidas.
Yardas por aire
Yardas por tierra
Yardas recibiendo
Tacleadas
Capturas
Intercepciones