Foto: Flickr / The White House
Un diplomático estadounidense declaró a los investigadores del juicio político en ciernes contra Donald Trump que el mandatario condicionó la ayuda a Ucrania como presión para que se investigara a Hunter Biden, hijo del precandidato presidencial demócrata Joe Biden.
Según el testimonio de Gordon Sondland, embajador de EE.UU. ante la Unión Europea, la administración Trump no liberaría casi 400 millones de dólares en ayuda militar a Kiev si no se llevaba adelante una investigación que podría afectar la imagen de Biden, exvicepresidente de la administración Obama y líder en la interna presidencial demócrata.
Sondland aseguró a los investigadores de la Cámara de Representantes que él advirtió a un asistente del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy en una reunión el 1° de septiembre en Varsovia “que la reanudación de la ayuda estadounidense probablemente no ocurriría hasta que Ucrania proporcionara la declaración pública anticorrupción que habíamos estado discutiendo durante muchas semanas.”
Gordon Sondland fue un importante donante para la celebración de la toma de posesión de Trump en 2017, y ahora es un testigo clave en la investigación que podría derivar en un juicio político contra el magnate neoyorquino devenido presidente.
Ante el escrutinio de los investigadores, Sondland reafirmó lo que ya es un secreto a voces: que Trump presionó a su par ucranianio para que se investiguen las inversiones de Hunter Biden en Ucrania a fin de encontrar la más mínima mancha que afecte la imagen de su padre.
Trump ha negado por semanas que él propiciara un “ojo por ojo” con Ucrania a cambio de información para afectar a su rival, pero el testimonio de Sondland se suma a la cantidad de evidencia que complica al mandatario.
Para la Cámara de Representantes (de mayoría demócrata), Trump violó la seguridad nacional de los Estados Unidos para ayudarse a sí mismo políticamente. Los legisladores han escuchado durante semanas testimonios a puertas cerradas pero, tras la aprobarse en votación por mayoría el inicio del impeachment, esas escuchas y entrevistas se han hecho públicas.
La Cámara podría votar en las próximas semanas para que avance el caso hasta el Senado, en donde se podría frenar el avance del proceso porque ahí mandan los republicanos. Su condena en el Senado por un voto de dos tercios lo destituiría de su cargo, pero su destitución sigue siendo poco probable ya que se necesitarían los votos de al menos 20 republicanos para una condena.
