Pedro Sánchez ha dejado clara su preferencia por Nadia Calviño, a la que nombrará vicepresidenta económica si logra gobernar tras el 10-N. Pero su proyecto de Gobierno contempla crear también una vicepresidencia ecológica para Teresa Ribera para situar a tres mujeres en los puestos más destacados del Ejecutivo.
Hay que recordar que Sánchez aseguró este lunes en el debate con los cinco principales candidatos a La Moncloa que España necesita “mejorar en paridad”, pero sacó pecho de su propia gestión.
Durante su Gobierno, -resaltó- el Parlamento español se ha convertido en la Cámara de representantes con más mujeres de la Unión Europea. Además, el presidente en funciones se mostró orgulloso de que el Ejecutivo que conformó tras la moción de censura es el gabinete del mundo desarrollado que tiene más mujeres en su Consejo de Ministros.
Pues bien. Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes conocedoras de los planes del presidente, Pedro Sánchez lleva varias semanas barajando convertir a Teresa Ribera en vicepresidenta, con el objetivo de dar a su nuevo Gobierno un perfil todavía más feminista… y más ecologista.
El presidente se plantea recuperar una de sus viejas promesas electorales no cumplidas y conceder una vicepresidencia en el nuevo Ejecutivo a la ministra de Transición Ecológica.
Desde hace varios meses, Sánchez ha fijado como “primer eje” de su nuevo Gobierno “la transición ecológica, la mitigación y la adaptación al cambio climático de nuestro país, que es un país que se ve afectado claramente por el fenómeno del calentamiento global del planeta”.
Las fuentes a las que ha tenido acceso ECD explican que el cambio en el organigrama del Gobierno requiere ampliar el número actual de vicepresidencias. Además de crear la económica para Calviño y la ecológica para Ribera, Pedro Sánchez tiene claro que debe mantener también la tradicional vicepresidencia política.
En el PSOE recuerdan ahora que José Luis Rodríguez Zapatero tuvo en uno de sus gobiernos tres vicepresidentes: María Teresa Fernández de la Vega, Elena Salgado y Manuel Chaves.
Sobre la vicepresidencia “política”, en Ferraz se admite que existe un cierto debate interno. Por un lado, un sector del Gobierno apuesta por la continuidad de Carmen Calvo, que “se ha partido la cara” por Sánchez en Cataluña y la negociación con Podemos.
Además, añaden, “tener tres mujeres vicepresidentas da un carácter aún más feminista al Gobierno”.
Otros dirigentes socialistas, sin embargo, destacan que José Luis Ábalos es un “animal político” que “merece un mayor papel” en el futuro Ejecutivo. Además, recuerdan, fue él quien negoció, con indiscutible éxito, la moción de censura contra Rajoy que convirtió en presidente a Pedro Sánchez.
El principal obstáculo para este movimiento, advierten, sería qué destino dar a Carmen Calvo. La actual vicepresidenta parece haber rechazado la presidencia del Congreso de los Diputados, uno de los posibles destinos que se había barajado para ella si debía abandonar su despacho en La Moncloa.
En el Gobierno recuerdan que Sánchez ya se comprometió con grupos ecologistas, en noviembre de 2015, a crear “una vicepresidencia de sostenibilidad” para dar “coherencia ambiental” a toda la acción gubernamental.
Aseguran que el presidente ha defendido en privado elevar el rango del Ministerio de Transición Ecológica ante la “transversalidad” que exigen sus decisiones. “Somos conscientes de que las organizaciones ecologistas desean que haya vicepresidencia”, reconocen a ECD altos cargos de Moncloa.
Ahora, con la celebración de la Cumbre del Clima en Madrid, Sánchez ha encontrado una oportunidad, inesperada, para ir preparando, desde ya, el ascenso de Teresa Ribera.
La ministra de Transición Ecológica, de hecho, actuó este lunes “casi como vicepresidenta”, al presidir una reunión interministerial preparatoria de la Cumbre, que contó con la presencia de altos cargos de Exteriores y del Ministerio del Interior:
--“El objetivo era hablar de la agilización de los visados y de la seguridad del evento”, confirman las fuentes consultadas.
Además, el nombre de Ribera empieza a sonar también para incorporar la cartera de Exteriores hasta la formación del nuevo Gobierno, una vez que Josep Borrell tenga que dejar el Ministerio el próximo 1 de diciembre: “El carácter internacional de la Cumbre juega a su favor y es un gran argumento para que asuma temporalmente esas competencias”.
Desde el Ejecutivo recuerdan que la cartera de Exteriores, al ser considerada “de Estado”, debería ser asumida, sobre el papel, por el propio presidente en funciones, o por la vicepresidenta. No obstante, añaden, “Carmen Calvo no domina el inglés ni el francés, y Sánchez ve en la Cumbre una oportunidad para ir preparando el ascenso de Ribera”.