Contratos comerciales y varios acuerdos fueron firmados por un importe de 15.100 millones de dólares (13.000 millones de euros), según China. Una cifra que no fue confirmada por Francia.
Acuerdos en el sector aeronáutico, por ejemplo. Esta vez no hay Airbus, sino un proceso de certificación ATR (Aviones de Transporte Regional), que debería permitir a los franceses vender aviones a las líneas aéreas regionales chinas en un futuro próximo.
Muchos acuerdos también en el sector agroalimentario donde el presidente Emmanuel Macron buscaba ser ofensivo, como lo demostró el martes en la Feria de Importaciones de Shanghái. Se han firmado 20 acuerdos que deberían permitir la exportación del foie gras francés a China. “La certificación debería durar un año”, señaló el equipo francés.
El presidente Macron y su homólogo chino, que han hecho numerosas declaraciones de amistad en las últimas horas, también manifestaron su “firme apoyo” al “irreversible” Acuerdo de París y su compromiso de proseguir una “acción fuerte en favor del clima”.
Una respuesta a Donald Trump, que acaba de formalizar la retirada americana de este acuerdo. “Una elección marginal y aislada”, denunció el presidente Macron, sin siquiera nombrar a su homólogo estadounidense.
