Las hamburguesas de la gran manzana que consiguieron filas en México de hasta por 2 horas en la Glorieta de Reforma, Shake Shack, consiguió ofertar en el país sus productos 20 por ciento más baratos que en sus sucursales de Estados Unidos.
Lo anterior por una base firme de proveeduría local, dijo Rodrigo Losada, director de negocios de la compañía en México.
“Logramos abaratar algunos costos comparado con lo que ellos tienen (en Nueva York), por ejemplo, el queso amarillo que usamos es la misma marca, pero los proveedores tienen una planta en México en San Luis Potosí, entonces hemos podido tener un mejor costo”, dijo Losada en entrevista con el Financiero.
Acorde con lo anterior, el 80 por ciento de los productos que se utilizan en la cocina de Shake Shack son de 12 proveedores nacionales y el 20 por ciento restante importados.
Para el año 2020 Losada proyectó la apertura de cinco nuevos restaurantes en el área metropolitana.
La empresa estima que por unidad las inversiones ronden entre los 30 y los 38 millones de pesos.
