El cuerpo de la mochilera británica Grace Millane fue hallado sin vida el pasado 1 de diciembre en Nueva Zelanda, donde la joven de 22 años realizaba un viaje sola. El principal sospechoso de su muerte es un chico de 27 años, al que había conocido a través de la aplicación de citas Tinder y que hasta ahora había alegado que no mató a Millane, sino que la asfixió sin querer.
Las nuevas revelaciones sobre el caso parecen desmentir esa disculpa tan poco sólida. Según se ha sabido este miércoles, el sospechoso tomó fotografías del cadáver de la joven, y acudió a otra cita de Tinder después de que muriera, revelan los medios británicos «The Times» y «BBC».
Además, el abogado de la acusación señaló que el sospechoso no sintió remordimientos en ningún momento y que incluso dedicó tiempo a buscar cómo podía deshacerse del cuerpo de Millane, llegando a tomar fotografías de su cuerpo. En su siguiente cita, el cadáver de la joven continuaba en el apartamento, oculto en una maleta.
Por razones legales, la identidad del sospechoso permanece oculta.
