El asediado director ejecutivo de Boeing, Dennis Muilenburg, renunció a bonos multimillonarios y premios en acciones, en un intento por restaurar la confianza en su liderazgo después de dos accidentes mortales en los que participó el avión más reciente de la compañía, el 737 Max.
David Calhoun, quien se convirtió en presidente el mes pasado después de que se despojó del cargo a Muilenburg, dijo que el jefe de Boeing ofreció renunciar a sus premios de desempeño el fin de semana siguiente a las reuniones con las familias de las 346 víctimas que murieron en los accidentes.
El gesto se produce después de que miembros del Congreso pidieron a Muilenburg que renunciara y criticaron ferozmente su remuneración en dos días de intensos cuestionamientos sobre la responsabilidad de Boeing por el accidente del vuelo 610 de Lion Air en octubre del año pasado y el vuelo 302 de Ethiopian Airlines en marzo de 2019. Investigadores señalan que el sistema antibloqueo del 737 Max es un factor significativo en los incidentes.
A pesar del accidente de Lion Air, Muilenburg recibió en 2018 23.4 millones de dólares, la remuneración más alta en el tiempo que lleva en el cargo, en comparación con 18.5 mdd del año anterior. El paquete incluía un premio en efectivo de 13 millones de dólares que refleja el desempeño a corto y largo plazo, y se le otorgaron acciones con un valor de 7 mdd.
Muilenburg ahora solamente tendrá derecho a su salario base para 2019, que fue de 1.7 millones de dólares el año pasado.
Calhoun le dijo a CNBC que Muilenburg también renunció a los derechos de cualquier premio de acciones “hasta que el 737 esté plenamente en el aire y volando de manera segura”. Esto podría significar que no habrá pago de acciones antes de 2021, dijo.
Boeing es blanco de críticas por su enfoque de seguridad en la producción del 737 Max, una variante de su avión de un solo pasillo que es un éxito de ventas.