Conciliar es una palabra que implica la idea de armonizar dos cosas o personas entre sí, pero también lleva implícito el supuesto de un conflicto o distanciamiento previo entre ellas, por lo que podemos afirmar que una conciliación tiene por propósito acabar con un enfrentamiento y por ende conseguir una paz deseada.
Existe también el término que encabeza estas líneas, en el que el simple prefijo “Re” le da un significado más amplio, pues sugiere que alguna vez hubo afecto y cordialidad entre quienes luego buscan reconciliarse.
En algunos casos éstos pueden ser hermanos o parientes, cosa bastante frecuente como resultado de diferencias familiares originadas por preferencias de los padres, herencias o incluso competencias infantiles no resueltas, que a veces permanecen ocultas en lo profundo de nuestra mente.
En la relación de pareja la reconciliación tiene sus propias peculiaridades, pues el amor eros en ocasiones ciega y se vuelve un obstáculo para la objetividad y la mutua aceptación de uno y otro como seres individuales.
Del mismo modo la amistad requiere a veces reconciliar diferencias o malentendidos mediante la comunicación y la confianza mutua. Y aún las naciones recurren a la diplomacia para restablecer sus relaciones y evitar el uso de las armas.
Cualquier forma de reconciliación en mayor o menor medida suele ser complicada, pero hay una en particular que lo es más aún, por el hecho de que en ocasiones ni siquiera sabemos por qué o con quien estamos enojados: la reconciliación con la vida.
Nacemos y de un modo u otro a través de la infancia y primera juventud, todos fabricamos un caudal de sueños e ilusiones, que si bien con suerte algunos se convierten luego en alicientes para alcanzar nuestras metas, poco a poco muchos otros van quedando en el camino de la vida, sepultados por el desengaño y la decepción de una realidad que nada tiene que ver con nuestro lejano mundo infantil. “A lo mejor esperamos mucho de la vida”, me dijo sabiamente un día mi madre.
Hoy, caminando esa vida, pienso que aquella reflexión me hará más fácil reconciliarme con ella.
