La Audiencia Nacional considera que el homenaje al etarra Kepa Etxebarria –recibido el pasado 8 de marzo en público en Rentería (Guipúzcoa)– tuvo un «contexto festivo» sin ninguna relación con cualquier acto terrorista.
En un auto fechado el 29 de octubre, al que ha accedido ABC, la Sala de lo Penal confirma el cierre de la investigación y alega que no hubo delito de enaltecimiento del terrorismo ni de humillación a las víctimas. La asociación de víctimas Covite (Colectivo de Víctimas del Terrorismo, presidido por Consuelo Ordóñez) recurrió el primer sobreseimiento del caso, acordado el pasado 21 de junio por el juez.
Al zanjar el asunto, los tres magistrados de la sección segunda de la Sala de lo Penal niegan cualquier ánimo de alabar el terrorismo y observan un carácter festivo en el acto. «No existe apología en el mero hecho de que los asistentes se congratularan de la excarcelación de una persona próxima a ellos por razones de parentesco, amistado o vecindad (...), sin que en suma se detecte voluntad de exaltar o encomiar la violencia terrorista, tratándose en cambio de un contexo festivo de recibimiento en homenaje a una persona, pero no en contemplación a acto terrorista alguno», afirma el auto.
Esa persona, un antiguo miembro del comando Donosti, trató de asesinar en 1997 al funcionario de prisiones Juan José Baeza González, quien salvó su vida escapando a la carrera y tras ser herido por un disparo en el cuello. Hasta ocho veces le tirotearon dos terroristas, uno de ellos Etxebarria, cuando el funcionario de prisión volvía a su domicilio, situado en Rentería. Padre de tres hijos, militante del PSOE y afiliado de UGT, Baeza tenía entonces 46 años y trabajaba en la prisión de Martutente, en San Sebastián.
Por ese atentado, el terrorista homenajeado en Rentería cumplió una pena de veinte años de prisión, a pesar de ser condenado a 36 años por los delitos de integración en organización terrorista e intento de asesinato. El Tribunal Supremo fijó el límite máximo de la condena en 2012 en 30 años. En el recibimiento, decenas de personas agasajaron a Etxebarria tras su salida de prisión. La izquierda abertzale le recibió en las calles de la misma localidad donde tuvo lugar el intento de asesinato. Con vítores y pancartas, el acto se desarrolló aprovechando la manifestación habitual que Etxera –el colectivo de los presos etarras– realiza una vez a la semana.
«La realidad social del tiempo en el que vivimos»
El recurso de Covite contra el primer archivo del caso denunciaba que no se había completado la investigación para esclarecer lo que sucedió. El juez instructor solicitó un informe de los hechos a la Ertzaintza, pero rechazó otras diligencias solicitadas por las víctimas: sendos informes de la Guardia Civil y al ayuntamiento de Rentería, y varias declaraciones de personas presentes en el acto, entre ellos el propio excarcelado Etxebarria. Covite alegó que se había vulnerado el derecho a la tutela judicial efectiva. El informe policial no apreció hechos ilícitos y la Fiscalía apoyó el archivo.
El Ministerio Público ha pedido que se cierre también otra causa, la investigación por el homenaje al histórico etarra José Miguel Beñarán «Argala» que tuvo lugar el 23 de diciembre de 2018. La Fiscalía alega que no hubo mensajes ensalzadores del terrorismo y alude a la «realidad social del tiempo en el que vivimos», en alusión a la disolución de ETA y a la imposibilidad de que se genere un riesgo de comisión de atentados con los mensajes enaltecedores que exige la doctrina para apreciar el delito de enaltecimiento. Según ha podido saber ABC, Covite se opondrá al archivo y defenderá que, aunque no haya enaltecimiento, en todos los homenajes sí hay un delito de humillación y menosprecio a las víctimas del terrorismo.