Una noche de recuerdos y emociones fue la que ofreció Ana Torroja en su concierto en el Showcenter Complex como parte de su Tour Volver.
Cerca de las 21:10 horas se abrió el telón para anunciar que en 10 minutos daría inicio al concierto. En la espera, unas pantallas en el fondo simulaban televisores en los que aparecían imágenes de diferentes temas clásicos de los 80, además de clips de películas y comerciales.
Posteriormente, la intérprete apareció en el escenario enfundada en un traje de tiras brillantes y altas botas a juego, y lo hizo de la mejor manera al iniciar con algunos de los temas que la dieron a conocer con la banda Mecano. “El cine”, “Ay qué Pesado”, “Me colé en una fiesta” y “Hoy no me puedo levantar” fueron los primeros en sonar en el recinto, cantados a todo pulmón por un público en su mayoría arriba de los 30 años.
Tras este tremendo inicio, y de expresar su emoción por estar de vuelta en Monterrey, fue el turno de su trabajo como solista con “Ya no te quiero” y “Veinte mariposas”.
Uno de los primeros grandes momentos se dio luego de que interpretara el emblemático tema “Cruz de navajas”, en el cual cambió su vestuario a un traje azul con plateado.
Elogió a Leonel García antes de interpretar “Soy”, tema que, dijo, la describía.
Siguieron “El 7 de septiembre”, “Los amantes” y “Sonrisa”, para dar paso a otro momento especial.
“Hay canciones que no puede uno dejar de cantar, que hay que cantarlas alto y fuerte”, dijo emotiva para, sentada en un banco, interpretar “Mujer contra mujer”.
Animada, interactuó con el público, que ya sabía que el siguiente tema era “Tú”, bromeando con la idea de que vieron el set list, porque la siguen en Instagram. El tema, como todos en su concierto, impresionó con su interpretación, precisa y emotiva.
Siguió “El fallo positivo”, para dar paso a sus más recientes sencillos: “Antes” y “Llama”, con los cuales regresa a las raíces electrónicas que la dieron a conocer.
Sonaron “La fuerza del destino” y “Un año más”, con esta última dio un falso adiós.
Volvió, enfundada en un jumpsuit rojo, para cantar magistralmente “Hijo de la luna”.
Presentó luego a su banda, 100 por ciento mexicana, dijo, para dar ella un aplauso a su público.
Continuaron “Ya fue” y “Corazones”. Previo al siguiente, “Duele el amor”, tuvo un percance con su pedestal, lo que la desconcentró y, ya avanzado el tema, pidió parar, pues se percató de que se salió de tono.
“Soy humana, me equivoco”, dijo, para empezar de nuevo.
“Barco a Venus” marcó, el final de la noche, aunque la convencieron de volver con el clásico grito de “otra”.
Siguió con las complacencias a capella: “No es serio este cementerio”, “El blues del esclavo”, “No hay marcha en Nueva York”, “Naturaleza muerta”, “Quédate en Madrid” (que le cambió la letra, en Monterrey), “El club de los humildes” y “La estación”.
Culminó el recital a las 23:33 horas después de “Me cuesta tanto olvidarte”.