Por: Broderick Zerpa
Se acabó la Serie mundial y las primeras noticias en medio de la resaca del primer campeonato en la capital de la nación en casi un siglo, tienen que ver con las tan mentadas opciones, esta suerte de pedazo de contrato que pocos entienden y que hace que equipos o peloteros queden con un amargo sabor de boca cuando son rechazadas, por unos o por otros.
Comencemos por decir que hay cuatro tipos de opciones a) del equipo b) del jugador c) mutua y c) vesting (La pongo en inglés porque no tiene una traducción que pueda sonar medianamente lógica, pero más adelante te la explico)
Opción del equipo
Tal y como lo indica el nombre es una opción que se acuerda con el equipo para una temporada más con el jugador, teniendo la ventaja de preservar el valor del momento de la firma de contrato. Es decir, compras a un pecio hoy, pero esperas que el valor del pelotero se mantenga.
Esta opción le permite al equipo ofrecer un poco más de lo que vales hoy, pero menos de lo que vas a valer el año de finalización de contrato y tomarla, sin hacerte ninguna pregunta. Lo mejor que tiene es que tampoco amarra al equipo a un año más, sino que queda en ellos el evluar el precio valor de un pelotero.
Opción de jugador
Es todo lo contrario al anterior, es en esta que el jugador se reserva un año al precio de hoy, porque piensa que es muy probable que no tenga el mismo valor al final del contrato.
Tiene las mismas ventajas para el jugador que las que te expliqué para el equipo en el punto anterior.
Opción mutua
Si quieres algo inútil, busca la opción mutua. No recuerdo una vez en la que estas opciones hayan fructificado, porque aquí se requiere que ambas partes estén de acuerdo por tener ese año extra y por aquello del valor de mercado al día de la opción nadie se ha puesto de acuerdo.
Opción vesting (por metas)
Esta es la que estabas esperando, es la opción que todos quieren en sus contratos y muy pocos terminan cumpliendo.
Se trata de lograr ciertas metas para que se dispare la opción automáticamente, la cantidad de innings lanzados o jonrones conectados son de las más comunes y sencillas de cumplir o puede haber condiciones impensables como las del contrato de Miguel Cabrera que ganaría un año más de contrato por 30 millones de billetes verdes y se dispara si el venezolano finaliza entre los 10 primeros en la votación del MVP en 2023, a los 41 años de edad y una segunda si logra lo mismo al año siguiente a los 42.
En fin es una cláusula contractual que significa más para todos al momento de la firma, en la que muestra buena voluntad de una de las partes, que a la hora de ejecutarla. Es allí cuando, el no tomarla puede causar una ruptura traumática entre la organización y el pelotero.
