El Ministerio para la Transición Ecológica quiere subir un 19,3% la tarifa que pagan las compañías propietarias de las centrales nucleares a Enresa por la gestión de los residuos radiactivos, incluido el combustible nuclear gastado, y el desmantelamiento y clausura de las centrales nucleares.
Esa tarifa es, desde al año 2010, de 0,669 céntimos de euro el kilovatio hora (kWh) o 6,69 euros el megavatio (MWh). A partir del 1 de enero de 2020 sería de 0,798 céntimos el kWh o 7,98 euros el MWh. Esta tarifa tiene un coeficiente corrector que depende del tipo de reactor y de la potencia bruta de cada central.
Los siete reactores nucleares que todavía funcionan en España, propiedad de Endesa, Iberdrola, Naturgy y EDP, produjeron 53.198 GWh en 2018, lo que supuso el 20,4% del total de la electricidad generada. Con solo el 6,8% de la potencia total instalada fue, un año más, la energía que más electricidad generó el año pasado.
El objetivo del ministerio que dirige Teresa Ribera es «actualizar, mediante un real decreto, la prestación patrimonial que financia el servicio de Enresa a las centrales nucleares en explotación y adaptarla a las estimaciones económicas de costes futuros elaboradas por esa compañía».
Hay que recordar que el borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 prevé el cierre ordenado y escalonado de las centrales nucleares en nuestro país entre 2025 y 2035.
Alegaciones
En el trámite de consulta pública, el ministerio ha recibido observaciones de Endesa y del Comité de Energía Nuclear, quienes han subrayado la necesidad o conveniencia de que la revisión de la tarifa fija unitaria vaya acompañada de una revisión de los impuestos de las diferentes administraciones (estatal y autonómica) para evitar duplicidades y minimizar la carga tributaria, proponiendo la supresión del impuesto sobre la producción de combustible nuclear gastado introducido por la Ley 15/2012.
