Este viernes fue el día de Todos los Santos y el sábado es el de Difuntos, y no miro a nadie ni por una cosa ni por otra. Pero estamos en uno de los puentes más esperados del año. Quien no está de parranda está poniéndole flores a sus muertos en los camposantos. Y en ninguna de esas tesituras se ha visto a ningún candidato pedirle el voto a nadie. Luego dicen que a la abstención y a los indecisos los carga el diablo, pero para mí que algunos líderes no están a lo que están, sino haciendo que hacen hasta el día D, del Debate, y no cuidando como D´Hont manda sus nichos de voto. Y eso que, si las encuestas no fallan, valga la redundancia, la noche del 10 de noviembre, a eso de las once y media, con todo el pescado vendido, podríamos estar llorando a algún cadáver político mientras dice que ha ganado las elecciones en la sede de algún partido.