Reconocido como uno de los artistas emergentes y con más proyección del panorama flamenco nacional, el pianista y compositor Chico Pérez (Jaén, 1994) publica «Gruserías», su primer trabajo discográfico en solitario. Se trata de su personal visión de dos músicas tan hermanadas como el flamenco y el jazz, aunque él mismo prefiera evitar cualquier tipo de etiquetas. «La gente que lo ha escuchado ha dicho desde que era un disco de flamenco hasta que era uno de jazz, o que no era ninguna de las dos cosas. Yo eso al final lo dejo al criterio de la gente. Creo que lo que hay que hacer es pasárselo bien y que la gente disfrute. Mi alma es flamenca, pero cuando uno compone eso no lo controla», afirma convencido.
En el álbum, Chico Pérez incluye diferentes «palos» como bulerías, tangos o farruca. «No ha sido nada premeditado sino que, de manera natural, fueron saliendo los diferentes estilos». Una ópera prima bautizada como «Gruserías» en honor al compositor y pianista de jazz estadounidense Dave Grusin. «Esa composición salió escuchándole, del que me gustó su estilo y su rollo. Y, como el tema iba por bulerías, el título estaba claro. Aunque todavía no tengo el placer de conocerle personalmente», comenta ilusionado.
Si hablamos de influencias, las de Chico Pérez son principalmente flamencas: «Las de Vicente Amigo y Paco de Lucía son evidentes. Luego está la de Dorantes, mi principal maestro del piano. Y las de Chano Domínguez, Diego Amador... Cuando terminé la carrera de piano, mi trabajo de fin de carrera versó sobre el piano flamenco en el acompañamiento al cante. Eso me sirvió para estudiar a todos mis antepasados: Pepe Romero, Arturo Pavón… Conociendo los orígenes, avanzas en tu camino. Pero no sólo escucho a instrumentistas, sino también el cante, que es la base del flamenco». El disco ha sido grabado en los emblemáticos estudios Musigrama bajo la producción de Paco Ortega. «Mi experiencia con él ha sido muy bonita, he aprendido muchísimo».
