Omar Montes (31 años) está viviendo un momento dorado como cantante. Desde que saliera a la luz su relación con Chabelita Pantoja (23), el número de bolos se multiplicó, así como su caché. Además, también empezó a acudir a platós de televisión para hablar sobre su relación con la hija de Isabel Pantoja. Su vertiginoso ascenso a la fama provocó que Mediaset le presentase como uno de los fichajes estrella en la sexta edición de «Gran Hermano VIP». Y acertó. El joven dio mucho juego con su ruptura en directo de Chabelita y su expulsión por incitar a un compañero al abuso sexual de una concursante ebria. Meses después, la cadena volvió a contar con él para «Supervivientes», reality en el que estableció una fuerte amistad con la madre de su exnovia y con el que se ganó al público que le recompensó con el famoso maletín de 200.000 euros.
Ahora, ha dejado las revistas y los platós para centrarse en su música, con la que está alcanzando un impresionante éxito. Su última canción, «Alocao» -en la que cuenta con la colaboración de Bad Gyal-, en apenas unos días se posicionó en el tercer puesto de los más escuchados de Spotify. Un tema que presentará el próximo 15 de noviembre en «El Invernadero», el nuevo recinto cultural de la capital que nace con el objetivo de devolver la música en directo a la plaza de toros de Las Ventas.
-¿Se esperaba el éxito que ha tenido con su último tema?
-Para nada. Me esperaba sacar una canción que molara, pero jamás pensé que fuese récord de vistas por encima de artistas latinos. Es muy fuerte.
-¿Qué relación tiene con Bad Gyal?
-Es una buena amiga mía. Sabe que siempre puede contar conmigo porque la tengo mucho cariño.
-¿Qué diferencia hay entre el Omar persona y el Omar artista?
-A través de la tele he conseguido fusionarlos en uno. Ahora ya no puedo ir de artistazo chulo y apartando a la gente porque me conocen y saben que soy como un ‘osito de peluche’.
-¿La fama ha cambiado algo su vida?
-Ha cambiado que he dejado de comer muslos de pollo y arroz en casa y ahora puedo ir a restaurantes e invitar a toda mi familia. Cambian las circunstancias, pero yo sigo siendo el mismo.
-¿Cree que la música que le va dar más dinero que el mundo de la televisión?
-Lo que siempre he pedido es poder alimentar a mi familia y ahora mismo de la música comemos. Es verdad que en la tele pagan mucho dinero, pero cuando llenas conciertos con miles de personas también se gana un ‘piquillo’.
-¿Qué le llena más?
-Tengo el corazón dividido. La tele me ha dado muchas alegrías, pero también ser disco de oro y que vengan a verme 10.000 personas a los conciertos.
-Adelgazó 13 kilos en «Supervivientes», ¿ha recuperado algo de peso a su vuelta?
-Sí, pero solo de músculo. Entreno todos los días y llevo una dieta equilibrada. Sigo yendo al burguer con los amigos, pero cuando llego a casa me voy a correr y al día siguiente me despierto temprano para entrenar. Estoy haciendo muchos esfuerzos para comer sano porque en el fondo soy ‘un gordito feliz’ y me cuesta. Pero después me veo los abdominales, que me puedo quitar la camiseta en los conciertos y eso compensa.
-¿Liga más desde que es famoso?
-Siempre he sido un ‘ligón’ porque soy muy ‘salao’. La diferencia es que antes solo ligaba con las chicas de mi barrio en Pan Bendito y ahora con ángeles de Victoria’s Secret.
-Se le ha relacionado con muchas mujeres...
-Son todas verdad (ríe).
-¿Busca novia?
-No, porque no podría atenderla como se merece. Ahora mismo estoy muy alocado. Tendré novia cuando se acabe mi éxito porque ahí veré la que me quiere de verdad.
-¿Se le ha acercado mucha gente por interés?
-Mi abuela me dice: ‘Se te arriman mucho, ten cuidado’ y yo pienso: ‘A esa gente ya Dios les pondrá en su lugar’.
-¿Le gusta salir en las revistas?
-Me encanta. Sobre todo cuando veo a mi abuela comprando todos los ejemplares porque sale la cara de su nieto. Solo por eso, ya merece la pena.
-¿Le agobian los paparazzi?
-Un poco, pero cuando pienso eso me pongo en el papel del otro y pienso: ‘Si a mi me molesta me persiga, imagínate él que igual ni siquiera le caigo bien’, y entonces empatizo. Luego Dios recompensa por otro lado y lo peto en Spotify.
-¿Cree que debe su éxito como cantante a su fama como personaje público?
-Tenía mucho éxito antes de salir en la tele. Varias de mis canciones se hicieron muy famosas en discotecas, pero entonces nadie sabía de quién eran. Gracias a la fama, la gente asocia las canciones a la persona.
-Su ex, Isa P, también ha probado suerte en el mundo de la música, ¿cree que puede tener futuro?
-Si se pegó la «Salchipapa», creo que puede tener éxito todo en esta vida.
-¿Volvería con ella si se lo pidiese?
-En verdad estamos juntos (ríe).
-¿Qué relación mantiene con el hermano y la madre de su exnovia?
-Desde «Supervivientes» hablo mucho con Isabel Pantoja y Kiko Rivera es como mi hermano.
-¿Cómo le afecta que estén enfrentados con su exnovia?
-Me da igual.
-Ahora con tantos compromisos profesionales, ¿sigue viendo a su hijo tanto como antes?
-Todos los días. Mi prioridad es ver a mi hijo y a mi abuela. Una vez tenga cubierto eso, todo lo demás se gestiona.
-¿Es cierto que su expareja interpuso una demanda contra usted que le impedía ver a su hijo?
-Ese tema ya está solucionado.
-¿Le aconseja alguien a la hora de vestir?
-Un ‘iluminati’ siempre se viste solo. La única que me ha ayudado de pequeño ha sido mi abuela, así que yo ahora llevo ‘flow de abuela’. No tengo ningún asesor, voy solo de compras. Entro en una tienda y pregunto qué es lo más caro y me lo compro. Si es caro será por algo. Además, me gustan los colores llamativos y siempre me pongo dos cadenas, es lo que hacen los americanos ¿no?.
-¿Cuál es la prenda más cara que tiene en su armario?
-No sé, tengo muchas... quizás un chaleco antibalas de Gucci que me costó 8.000 euros. Me lo compré porque nunca se sabe, la calle está muy mal. Si me tienen que disparar que sea con Gucci (ríe). Pesa un poco pero como estoy tan fuertote no me entero. Hago ejercicio a la vez que me protejo.
-Pero vende una imagen de ser una persona humilde...
-En mi vida cambiaron las circunstancias. Yo sigo siendo más simple que un columpio pero si antes iba con un chándal de Carrefur, ahora con uno de marca. No puedo ir a cantar delante de miles de personas que se han gastado su dinero con un chándal de Carrefur. Al fin y al cabo, además de vender mi música también vendo mi imagen. No puedo ir de cualquier manera porque sino los fans no me verían como alguien guay.
-¿Cuántas gorras tiene?
-Son incontables, miles. Tengo una habitación en casa en la que solo guardo gorras. Todos los días que salgo a la calle me compro en una. El día de mañana las subastaré y haré cosas de esas benéficas para los niños.
-¿Tiene alguna favorita?
-Cada nueva es mi favorita los dos primero días, luego me canso.
-¿Cómo es su línea de ropa?
-Se llama «Iluminate clothes», es que en inglés siempre quedan mejor las cosas. Me va muy bien. En todos los conciertos hay merchandising y se vende muchísimo. Me he hecho millonario gracias a esto.
