El grupo municipal Más Madrid ha sido la única formación del Ayuntamiento de la capital que no ha dado su voto favorable a la iniciativa del PP para trasladar «apoyo incondicional» a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por los incidentes ocurridos en Cataluña tras la sentencia del procés y condenar también los actos violentos «protagonizados por elementos radicales».
Tras afirmar que «la violencia es siempre condenable», Inés Sabanés, que será la número tres de Errejón en las elecciones del 10-N, ha preguntado en el pleno del Ayuntamiento si con esta iniciativa se ayuda a la superación del conflicto. «A nuestro criterio, no», ha respondido, para pedir a continuación al alcalde, José Luis Martínez-Almeida, un «esfuerzo» para influir «de forma positiva» en el conflicto con «posiciones de no frentismo».
La respuesta la ha encontrado en la delegada de Cultura, Turismo y Deporte, Andrea Levy, quien le ha requerido sobre ese posible interlocutor en el diálogo. «¿Con quién quiere que dialogue, con quien quema contenedores? ¿Esa es la solución de su conflicto? El problema ahora es de seguridad», ha lanzado la popular, quien ha acusado a Más Madrid de situarse en el «apretad» de Torra.
Levy ha indicado que «en ciudades de Cataluña hay vecinos que no pueden llegar a sus casas, hay alumnos que no pueden ir a la Universidad porque otros alumnos se lo impiden», algo en lo que Madrid «no puede mirar hacia otro lado».
Por ello ha incidido en que no pueden permitir que «la imagen que se traslade sea la de las barricadas, las guerrillas que vandalizan comercios, la barbarie que ha intentado romper la hermosa imagen del Paseo de Gracia». Considera que aunque «la Constitución ampara y protege a todos», la situación actualización «desborda cualquier margen democrático».
Para Sabanés «hay un grave error de fondo» y es que «el conflicto catalán se ve desde el punto de vista de orden público y judicial», cuando a su juicio «la realidad es que la política ha desaparecido por un lado y por otro».
El portavoz del grupo municipal socialista, Pepu Hernández, ha puesto en valor que España es una «democracia plena» y que «son más las cosas que unen que las que separan a los españoles». «España es hoy un país moderno donde se ejerce libremente la libertad de expresión», ha apuntado.
Para Hernández, el «problema» está en plantear este conflicto de forma maniquea, pues «la inmensa mayoría de los ciudadanos de este país, ni están con fascistas ni con CDR, no es esa la disyuntiva», sino apostar por el diálogo o por la violencia. «No es un Estado represor y un Estado reprimido, sino un grupo de violentos que han llevado eso a las calles», ha indicado, para añadir que «Cataluña necesita diálogo».
Desde las filas de Ciudadanos, su portavoz, Begoña Villacís, ha remarcado que en España «a nadie se le mete en la cárcel por sus ideas, sino por cometer ilegalidades», y ha lamentado que en Cataluña «lo que falta es muchísima libertad». «En este pleno tenemos libertad, algo que no ocurre en otros municipios», ha expresado.
Pedro Fernández (Vox) quería introducir una enmienda, rechazada por Levy, en la que se incluyera instar al Gobierno central «a ilegalizar a los CDR, a que les supriman ayudas económicas, y que apliquen el artículo 116».
