El champagne es una de las bebidas más consumidas durante el período navideño. Lo cierto es que un brindis en cualquier casa sin champagne es algo diferente y por eso todo el mundo quiere contar con una botella de champagne en Navidad, para poder brindar con su familia y amigos y cumplir con las tradiciones. El champagne no ha parado de crecer en popularidad en todo el mundo, se trata de una bebida que si bien es cierto que está asociada al período navideño con mucha fuerza, se consume también durante el resto del año de forma masiva por todo el mundo.
Vamos a echarle un vistazo a algunos datos interesantes relacionados con este fantástico producto que se ha ganado con el paso del tiempo toda la distinción que ha logrado a lo largo de los años. La importancia de la marca que hoy en día es sinónimo de elegancia y lujo y sus apabullantes cifras de ventas nos permiten hacernos una idea de por qué es la bebida favorita de tanta gente en todo el mundo durante la Navidad.
Champagne es la denominación oficial en francés de la bebida, pero también se conoce como champán o champaña. La clave del nombre de este vino espumoso tan delicioso está en sus orígenes. Se trata de una denominación de origen controlada que se produce en la región de Champaña. Esta región se ubica en el noreste de Francia y su grandísima popularidad se debe al éxito internacional que la bebida ha alcanzado en todo el planeta tierra.
Para la producción del champagne hay que respetar el método champenoise que establece las pautas y criterios a seguir para producir la que para muchas personas es la mejor bebida del mundo.
El champagne se produce a través de una elaborada y minuciosa mezcla de diferentes tipos de uvas. Las uvas que se utilizan para producir el champagne son la pinot noir, pinot gris, arbanne, petit meslier, pinot meunier y chardonnay. De la mezcla de estas uvas y de la aplicación de la metodología que indica el método champenoise surge el exquisito champagne.
A la hora de disfrutar adecuadamente de una copa de champagne, tenemos que tener en cuenta que lo ideal es consumir entre 5 y 7 grados, frío pero no tanto como para poder apreciar su delicado sabor. Se recomienda además usar una copa de vino o copa alta que tenga forma de tulipa de esta forma podremos degustar nuestra copa de champagne adecuadamente.
