Pedro Sánchez ha excusado a última hora su presencia en el congreso anual del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), que se celebra en Murcia. El presidente, a punto de iniciar la campaña electoral de cara al 10-N, debía participar este martes en la clausura con los grandes empresarios. Sin embargo, va a librarse de una gran bronca de los asistentes.
Un año después de que el foro anual del Instituto de la Empresa Familiar abroncara a Sánchez por su política económica, esta vez el jefe del Ejecutivo ha optado por plantar a la organización.
“Problemas de agenda”, fue la justificación del presidente en funciones a apenas unas horas del inicio de la XXII edición del congreso.
Hay que recordar que, en las jornadas de 2018, los empresarios ni siquiera aplaudieron a Pedro Sánchez tras su intervención. Incluso, se le criticó por no haberse quedado en el cónclave a intercambiar opiniones con los representantes de las compañías. Un desplante, en aquel momento, que no sentó nada bien en la organización.
La influyente asociación empresarial está presidida por Francisco J. Riberas, a su vez presidente de Gestamp, y forman parte de ella, entre otros, el presidente de Mercadona, Juan Roig, la de Prosegur, Helena Revoredo o el de Acciona, José Manuel Entrecanales.
Estaba previsto que el presidente del Gobierno clausurará la cita de la empresa familiar este martes pero, en su lugar, lo hará la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. De esta manera, se evita una nueva “bronca” de este gremio por sus decisiones en materia económica. También estuvo presente este lunes la titular de Economía, Nadia Calviño.
Sin embargo, Confidencial Digital ha podido confirmar, por fuentes conocedoras de los contactos, que Moncloa había sido avisada, a finales de la semana pasada, de que Sánchez iba a encontrarse un “auditorio bronco” y que recibiría duros reproches por su “política cortoplacista”, después de la contundente advertencia del año pasado.
Fuentes empresariales apuntan a un dirigente de una gran compañía de infraestructuras, con buenas relaciones con el PSOE, como el protagonista del “chivatazo” al equipo del presidente del Gobierno sobre el “ambiente hostil” al que Sánchez iba a enfrentarse este martes en el conclave empresarial que se clausura en Murcia.
El año pasado, Pedro Sánchez fue abroncado en un educado, pero duro discurso, por poner en riesgo la economía con sus maniobras para perpetuarse en el poder.
El mensaje del presidente del Instituto de Empresa Familiar (IEF) y de Gestamp, Francisco J. Riberas, en nombre de los asistentes al congreso anual, fue que el presidente no debía insistir en medidas cortoplacistas para seguir en Moncloa, porque así estaba descuidando la política económica que necesita España ante la próxima crisis.
Un cambio de ciclo que, advierten a ECD algunos de los asistentes habituales a este foro, amenaza ahora con alcanzar a España sin los deberes hechos.
Hay que recordar que Sánchez recibió el año pasado reproches a la cara y cuando se levantó al terminar el coloquio de clausura del Congreso anual de la Empresa Familiar no recibió aplausos de los empresarios asistentes.
En el cóctel posterior, el líder del PSOE terminó aislado sin que el grueso de empresarios acudiera a cumplimentarle y abandonó el recinto por una puerta secundaria. Moncloa restringió el acceso a la prensa con lo que limitó que hubiera testigos de la escena. En contraste, Felipe VI no puso este lunes impedimentos a los periodistas.
Un riesgo del que el conocido constructor también advirtió el pasado fin de semana al entorno de Sánchez, según ha podido confirmar ECD por fuentes empresariales de alto nivel.
En Moncloa tampoco se ha pasado otra imagen que puede dañar seriamente a Sánchez en plena precampaña electoral, y de la que también ha sido advertido el equipo del presidente.
El líder del PP, Pablo Casado, debe comparecer ante el mismo escenario minutos antes y se prevé que reciba una fuerte ovación con su discurso de bajada de impuestos y rechazo a la subida de cotizaciones.
Casado ya se dio el año pasado un “baño de multitudes” posterior en el cóctel y, en espectacular contraste con Sánchez, tuvo dificultades para dejar el recinto ante la cantidad de fotografías que reclamaban empresarios y familiares que habían acudido al congreso.
“Nuestros planes como PP no distan mucho de vosotros. Lo que tiene que hacer un partido es no molestar a las empresas y favorecer una regulación que favorezca la generación de riqueza y empleo”, aseguró entonces el líder de los populares ante los más de 600 directivos de compañías familiares asistentes al foro.
Algunos altos ejecutivos que presenciaron la escena aún recuerdan, un año después, como el presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda, felicitó efusivamente a Pablo Casado por su discurso proempresarial. Un respaldo de otros empresarios que, con una alta probabilidad, se repetirá este martes.
La asistencia del presidente a la cumbre empresarial estaba confirmada desde hace tiempo pero el pasado viernes Moncloa trasladó a los organizadores del acto que quizás podían producirse pequeños ajustes en la agenda del presidente. Y así ha sido.
Este domingo llegaba la confirmación oficial por parte del Gobierno. La ministra María Jesús Montero sustituirá a Sánchez, que tiene previsto participar este martes en un mitin del PSOE en Palencia. La titular de Economía en funciones, Nadia Calviño, también acudió este lunes a la inauguración del congreso para acompañar al rey Felipe VI.
Pese a ello, algunos de los ejecutivos que asistieron este lunes a la inauguración del congreso del IEF, a los que ha tenido acceso ECD, mostraron su indiferencia por el plantón de Sánchez.
“El ambiente es de pasotismo total ante su ausencia. Si quiere venir, que venga, y si no, que no venga”, zanjó un alto directivo de una de las compañías organizadoras más destacadas.
