El miedo es una emoción que aparece a temprana edad. Los pequeños muestran miedo a estar solos, ante personas descocidas, a la oscuridad o incluso a caerse. A medida que van creciendo y desarrollando su nivel cognitivo, van surgiendo otros temores. Por ejemplo, al rechazo de sus compañeros o a la burla de otras personas. ¿Cómo ayudarlos a superar sus temores?
Pilu Hernández Dopico, reconocida maestra, propone desde El Pupitre de Pilu, a los padres, madres, abuelos o formadores, una herramienta con la que los niños pueden enfrentar sus miedos con excelentes resultados: La Botella Quitamiedos. Para ello, plantea usar una botella (si es biodegradable, mejor), y con ello, hacer que vuele su imaginación.
«El objetivo es verbalizar su miedo, que digan cuándo lo tienen, por qué, en qué momento, cómo se sienten y a quién buscan en ese momento. Por ello, a los pequeños hay que explicarles que la botella sirve para introducir sus miedos y dejar que lo expresen a su manera», según cuenta Hernández Dopico. «Le facilitamos un papel para que dibuje o escriba sus temores, así toma conciencia de ellos, y el hecho de hablarlo también es beneficioso para ellos. Se mete el papel en La Botella Quitamiedos y les explicas que cuando desaparezca el miedo, soltamos en el mar la botella de forma simbólica en el contenedor de reciclaje».
Por otra parte, El Pupitre de Pilu propone seis consejos para ayudar a los pequeños a evitar los miedos:
1. Hablar sin tapujos sobre el tema. Hay a veces que nuestros hijos no comparten sus miedos porque consideran que es de “niños pequeños”, mismamente porque se lo han oído a algún compañero y le da vergüenza verbalizarlo. Es bueno preguntarles y hablarlo con ellos para que vean que es algo normal.
2. Encontrar el origen del miedo, por qué tiene miedo. Hay veces que somos los propios padres y madres los que le hemos generado ese miedo, tenemos que tener cuidado en lo que decimos. Los niños son esponjas.
3. Evitar castigos o amenazas «tradicionales»: el hombre del saco, viene el coco, etc.
4. No trasmitirles nuestros miedos o los miedos que tuvimos cuando éramos pequeños. Has de pensar que sois dos personas distintas, déjale que tenga o descubra sus propios miedos.
5. Fomenta su autonomía cada día: dale a tu hijo pequeñas tareas diarias, de esta forma ayudarás a su desarrollo. Por ejemplo, si a tu hijo le da miedo estar solo en una habitación o subir a la planta de arriba, pídele que vaya a coger una manta porque tienes frio.
6. Trabaja su autoestima siempre en positivo: «Cuanto vales, qué bonito lo que has hecho, muchas gracias por acercarme la bolsa, etc...», es muy importante.
