Cada año, unas 120.000 personas sufren un ictus en España según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), y se prevé que dicha cifra se incremente un 35% en 2035 debido, en gran parte, al aumento de la esperanza de vida de la población.
El ictus es la primera causa de mortalidad en la mujer y la tercera en el hombre. Actualmente, en España, cada año, fallecen unas 27.000 personas por su causa, una cifra que también se prevé que se incremente un 39% en 2035. Pero también, se estima que dos de cada tres personas que sobreviven a un ictus presentan algún tipo de secuela, en muchos casos discapacitante.
Dos de cada tres personas que han padecido un ictus en España tienen más de 65 años. Y son precisamente este grupo de pacientes los que presentan con mayor frecuencia dificultades para realizar actividades básicas de la vida diaria después del ictus.
En España, dos de cada tres personas que han padecido un ictus tienen más de 65 años
El
44%
de las personas mayores de 65 años que ha sufrido un ictus tiene dificultades para
ducharse o bañarse
sin ayuda y el 56% para realizar
tareas domésticas ligeras
. Unos porcentajes que casi duplican a los de otras enfermedades crónicas, tumores, o accidentes. Asimismo, el ictus se asocia a mayor disacapacidad en las mujeres. Otra de las consecuencias que puede llegar a afectar al 64% de las personas que sobreviven al ictus es la disfagia orofaríngea (DO) es un síntoma común que está presente entre el y que se caracteriza por provocar dificultades para trasladar de manera segura el bolo alimenticio desde la boca hasta el esófago.
«No obstante, aunque la edad es un factor de riesgo importante, el ictus no solo afecta a las personas mayores. En las últimas dos décadas han aumentado un 25% el número de casos entre personas en edades comprendidas entre los 20 y 64 años y un 0,5% de los casos se dan en personas menores de 20 años», destaca María Alonso de Leciñana, Coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
Mínimas ayudas a los enfermos
En España, el coste total medio por paciente que ha sufrido un ictus es de 27.711 € al año. El coste total de los nuevos casos de ictus en España supondría cada año 1.989 millones de euros, siendo gran parte de esos gastos asumidos por la familia. Sólo el 10% de los pacientes con discapacidad por ictus reciben alguna prestación económica.
La prevención de los
factores de riesgo modificables
de esta enfermedad es la medida más efectiva para la reducción de nuevos casos, ya que al menos un
80% de los casos de ictus, o incluso un 90%, podría evitarse
eliminando el consumo de
tabaco y alcohol
, llevando una
dieta
adecuada, realizando ejercicio físico, evitando el sedentarismo y la obesidad, o con un tratamiento y seguimiento adecuado de enfermedades como hipertensión arterial, diabetes, hipercolesterolemia, fibrilación auricular u otras enfermedades vasculares.
El grado de conocimiento sobre el ictus, los síntomas de alarma y los factores de riesgo es mayor entre las mujeres que entre los hombres; además las mujeres sufren mayor deterioro que los hombres en la capacidad para realizar sus actividades cotidianas y peor calidad de vida tras el ictus.
Para Ana Alonso de Lecinana, «el ictus presenta algunas características particulares en las mujeres, debido a las diferencias biologicas por la influencia hormonal durante la vida fértil y los cambios que se producen posteriormente en la menopausia. Estas diferencias condicionan un perfil de riesgo y algunas etiologías que son específicas de la mujer».
El ictus presenta algunas características particulares en las mujeres, debido a las diferencias biologicas por la influencia hormonal durante la vida fertil y los cambios que se producen posteriormente en la menopausia
Esta patología supone una importante amenaza para la salud de las mujeres, pues en ellas tiene consecuencias más graves, impactando más sobre su calidad de vida y sobre su entorno, a pesar de lo cual, hasta un 30% sigue desconociendo que hacer para prevenir un nuevo episodio de ictus. Asílo revelan los resultados de una encuesta desarrollada con la colaboracion de 30 hospitales españoles y que ha contado con la participacion de 400 pacientes y sus cuidadores.
El objetivo ha sido determinar el nivel de conocimiento en la poblacion española sobre el ictus, los factores de riesgo, cuales son los sintomas y signos de alarma, cual debe ser la actitud ante los mismos y las medidas de prevencion. Por tanto, añade que las mujeres sufren ictus más graves con mayor mortalidad y más secuelas y ello condiciona un mayor impacto en la salud y en la calidad de vida de las mujeres tras el ictus.