El escándalo por los famosos festines eróticos, conocidos como «bunga bunga», sigue persiguiendo a Silvio Berlusconi. Para el ex primer ministro, de 83 años, ayer fue un día aciago. A la noticia de su estrepitoso fracaso en las elecciones regionales de Umbría, donde su partido Forza Italia solo obtuvo el 5,5 por cien de los votos -su peor resultado electoral-, se añadió el testimonio de Chiara Danese, una joven participante en aquellas fiestas en su residencia de Arcore, en una corte de Milán, donde se reanudó el proceso llamado
Ruby Ter
(Ruby 3) por presunta corrupción en procedimientos judiciales contra el político y empresario, y otros 28 imputados. Berlusconi está acusado de pagar a una serie de jóvenes que asistían a sus festines eróticos para dar falso testimonio en sede judicial.
Chiara Danese y Ambra Battilana
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DANIELE MASCOLO
El interminable caso Ruby -sobrenombre de la marroquí Karima El Mahroug- se inició con la acusación de prostitución de menores contra el ex-Cavaliere en la figura de la propia Ruby, cuando tenía 17 años. En marzo 2015, el ex primer ministro fue absuelto por el Tribunal Supremo. Pero el proceso aún no se ha cerrado y el testimonio de Chiara Danese, que hoy tiene 27 años, ha sido clave.
Danese hizo ayer una cruda descripción de los festines del «bunga bunga», durante la que rompió a llorar: «En aquella noche en Arcore -el 22 agosto de 2010-, vi y sufrí violencia física. He padecido tanto, que todavía hoy me encuentro en tratamiento médico».
Respondiendo a las preguntas de la fiscal, Tiziana Siciliano, la joven Danese, que fue aspirante a Miss Italia, reconstruyó con muchos detalles una de aquellas «cenas elegantes» -así las llamaba Berlusconi-, a la que asistió cuando apenas tenía 18 años: los chistes picantes que contaba el ex primer ministro, la célebre «estatuilla de Príapo» -el dios de la fertilidad, representado con un falo gigante-, con la que las chicas «simulaban relaciones orales», o lo que sucedía cuando al final de la cena Berlusconi gritaba «¿estáis listas para el ‘‘bunga bunga?”». «Ellas le besaban en la boca y le llamaban papi», añadió.
Bailar desnuda
Tras señalar que Berlusconi, tocándola por detrás, la acompañó a la sala del «bunga bunga», describió algunos pormenores de lo que allí sucedía: «Se hicieron danzas eróticas delante de una barra (lap dance). La primera en llegar fue la Minetti -la supuesta madama-, quien bailó, se desnudó por completo y después se hizo besar los senos por Berlusconi». Después, otras chicas hicieron lo mismo, «tocando las partes íntimas de Berlusconi, como por azar».
Durante su relato ante los magistrados, Chiara Danese rompió a llorar y el Tribunal tuvo que hacer una pausa. La joven contó que había sido reclutada por Emilio Fede, entonces periodista de confianza del Cavaliere. Fede le había prometió a cambio «5.000 euros semanales» por un pequeño papel en televisión. Danese asegura que se marchó del «bunga bunga» porque «me sentía mal y a disgusto». Molesto al ver su «huida», Emilio Fede le espetó: «No trabajarás en el mundo del espectáculo».
Danese también contó detalles sobre el drama que ha vivido tras su paso por la villa de Arcore y denunció haber recibido amenazas de muerte. «Esto me ha arruinado la vida -dijo-, porque he sido víctima de intimidación y acoso psicológico. Sufrí depresión y anorexia. Cuando mi nombre apareció en los periódicos, ni siquiera podía salir de casa».
