La mañana del 20 de julio de 1986 había una actividad inusual en el acotamiento de la carretera Interestatal 71 (I-71), en el tramo cercano a Ohio, Estados Unidos. Un par de patrullas y una ambulancia forense analizaban por última vez el cadáver de Shirley Dean Taylor en el escenario donde había sido asesinada o arrojada.
El cuerpo de la mujer tenía unas pantimedias amarradas en uno de sus brazos. Shirley era la segunda mujer que aparecía en una de las orillas de la arteria interestatal referida. El 12 de junio de 1985, el cuerpo de Marcia Mathews fue encontrado en el condado Richland, Ohio, muy cerca de la I-71. Su verdugo la mató a golpes antes de tirar el cuerpo a la carretera. Seis meses después, el Departamento de Policía de Ohio contabilizaba más de 20 homicidios, al parecer cometidos por un solo asesino. En la tradición de los asesinos seriales de EU, las arterias interestatales han sido lo mismo escenario que vía de acceso a las páginas más oscuras de la criminalidad moderna. Henry Lee Lucas y Ottis Toole vagaron por las carreteras de Texas asesinando lo mismo a hombres que a mujeres.
Ted Bundy cruzó EU por carretera en busca de universitarias que le amenizaran sus orgías de sangre. Para muchos de los predadores pluralistas de EU, la carretera representa la velocidad, el desafío, la muerte. Son lobos de asfalto.
La Interestatal 45 (I-45) conecta a las ciudades de Houston y Galveston, en Texas. Sería una más de las arterias de comunicación terrestre de las decenas que existen en EU, de no ser porque muestra similitudes siniestras con la I-71, con una gran diferencia: mientras la I-71 al parecer es coto de un asesino serial solitario, la I-45 es un tiradero de mujeres que utilizan varios homicidas ritualistas.
Desde los años 70, al menos una docena de mujeres han sido tiradas en campos, lagos y canales, por lo que el lugar ha recibido el ominoso nombre de los Campos de Ejecución de Texas. Para la escritora estadunidense Kathryn Casey, autora de novelas de misterio y libros de no ficción, la presencia de varios asesinos en serie en la I-45 está fuera de toda duda.
“Definitivamente estamos hablando de varios asesinos. (…) Se ha encontrado una docena, aproximadamente, de cuerpos en un periodo de 30 años, y a pesar de los esfuerzos de la policía muchos de esos asesinatos no se han resuelto: “Lo puedes ver en tres series diferentes de asesinatos. Fueron 11 muchachas en los años 70, la primera de ellas fue encontrada en Galveston en 1971. ¿Su nombre? Brenda Jones”, señala la escritora.
En el caso de los asesinatos de la I-45 hay varios sospechosos. El más consistente de ellos fue Edward Bell, quien en 1998 envió una carta a la policía en la que explicaba que había matado a 11 mujeres en el condado Galveston. Verdad o mentira, lo cierto es que la cadena de homicidios en Galveston inició cuando Bell llegó a la ciudad y terminó cuando se fue. Sin embargo, para las autoridades locales no hubo solidez en las evidencias, por lo que Bell fue liberado. Irónicamente, en abril de este año Bell murió a los 82 años en prisión, donde purgaba una sentencia de 70 años por el homicidio no de alguna mujer sino del ex marine Larry Dickens.
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