Las cuatro Rutas del Vino de la provincia de Valladolid auguran «una capacidad de crecimiento indudable» para el sector del vino en esta tierra, lo que se traduce en «un largo recorrido para el enoturismo». Así lo aseguraron los responsables de Ribera de Duero, Rueda, Cigales y Toro durante la reunión que mantuvieron con el presidente de la Diputación, Conrado Íscar, a quien le trasladaron la importancia de coordinación entre todas las rutas para seguir impulsando a este sector estratégico.
A juicio de Íscar, y según afirmó tras el encuentro celebrado en el castillo de Fuensaldaña, la reunión resultó «muy positiva» en un territorio en el que existe una colaboración «estrecha y fluida» entre la institución y estas entidades, por lo que señaló que la intención es «seguir creciendo» gracias al vino, que constituye un «motor económico» de importancia en la provincia.
«Vamos a luchar para que esto vaya a más», reconoció el presidente de la Diputación, quien apuntó a un mercado como Madrid, en especial con la celebración de la próxima edición de Fitur, como el principal mercado para «visibilizar y potenciar los vinos y las rutas» sin olvidar a los territorios limítrofes.
«Fitur para nosotros es un reto» después de que el año pasado se hiciera una presentación que alcanzó un «éxito rotundo», de ahí que sea «nuestro primer y primordial reto».
Dado que existen programas que «están funcionando muy bien», Conrado Íscar avanzó que se trabajará para mejorarlos y «visibilizar y potenciar» este sector y muestra del «buen trabajo» que se está realizando apuntó a los 100.000 visitantes que ha recibido en lo que va de año el Museo del Vino, situado en el castillo de Peñafiel.
Los representantes de las Rutas valoraron el encuentro, en especial en relación a la importancia de la coordinación para que muchos de los aspectos en los que se está trabajando y se publicitan para suscitar el interés de los visitantes estén «ordenados» en el tiempo.
Iniciativas con recorrido
Por su parte, el presidente de la de Rueda, Juan José Calvo, aseveró que «los números hablan por sí mismos» ya que «todos los años las visitas se incrementan» y ahora «lo que habría que hacer es concienciar al mayor número de actores sociales para dar más recorrido a estas iniciativas».
Para la presidenta de la Ruta del Vino de Cigales, Inés Salas, una ruta que cuenta con 16.000 visitantes, el turista busca «algo distinto», en especial «familiaridad». «El cliente es el que va a poner sus normas y el que manda» pero de un tiempo a esta parte la cercanía es el principal atractivo y sentirse «libre».
Con 380.000 visitantes, la Ruta del Vino Ribera de Duero es la que cuenta con mayor afluencia para conocer el proyecto en origen, así como «pisar campo». Para su gerente, Sara García, el enoturismo es «un gran regalo que le ha caído a Castilla y León» pero que no ha tocado techo sino que «tienen un largo recorrido».
