El expresidente polaco, fundador del sindicato Solidaridad y premio Nobel de la Paz, reclama que el actual Gobierno del partido ultraconservador Ley y Justicia respete la división de poderes
Una escultura de madera del expresidente de Polonia Lech Walesa (Popowo, 76 años) adorna el pasillo que lleva a su despacho en el Centro Europeo de Solidaridad de Gdansk. En su oficina cuelgan de la pared un crucifijo y tres pinturas: el retrato de Karol Wojtyla, el del líder de la independencia polaca, Józef Pilsudski, y la Última Cena. Este antiguo electricista, exlíder del sindicato Solidaridad y premio Nobel de la Paz que contribuyó a la derrota del comunismo en Europa, viste desde hace tiempo un suéter con la palabra Konstytucja (Constitución) para reclamar que el actual Gobierno del ultraconservador Ley y Justicia (PiS) respete la división de poderes. Durante la entrevista, el pasado jueves, califica a la formación de Jaroslaw Kaczynski como “populista y demagoga”. Polonia celebra este domingo elecciones y, salvo sorpresa, los resultados revalidarán en el poder al actual Ejecutivo.