“No me habléis de Bolt, este es mi tiempo”, proclama el estadounidense, de 22 años, campeón del mundo en los 200m, la distancia favorita del jamaicano
Dicen que le gusta llamar la atención y que por eso se tiñe de plateado su encrespado y corto pelo negro, pero Noah Lyles es un niño que solo pide cariño.