Una financiación justa y adecuada para que los ayuntamientos dejen de sufrir penalidades y puedan prestar servicios a los ciudadanos de calidad; una mejor asistencia sanitaria en los centros de salud y consultorios locales; y poder navegar por internet de forma rápìda.
Estas son, grosso modo, las principales reivindicaciones que lanzaban ayer los burgaleses durante los actos de celebración del Día de la Provincia de Burgos que se desarrollaba en la localidad de Briviesca, con la presencia de numerosas autoridades locales, provinciales y regionales, como la del consejero de la Presidencia, Ángel Ibáñez, burgalés de nacimiento.
Unas reclamaciones que como bien recordaba el presidente de la Diputación de Burgos, César Rico, son imprescindibles para crear empleo y dinamizar la economía y, de esta forma, poder plantar cara a la despoblación que padece esta provincia.
En una jornada festiva pero sobre todo reivindicativa, se colaba también en los discursos la preocupación existente en muchas localidades de la Comunidad por la fusión de municipios que se ha planteado desde la Junta y especialmente desde el lado de Ciudadanos, la mitad del Ejecutivo regional. El alcalde socialista de Briviesca, Álvaro Morales, aprovechaba que hacía de anfitrión para advertir durante su intervención que esta fusión de municipios no es la solución a los problemas que sufre el medio rural. «Las personas van a estar en el mismo lugar y es ahí donde la Administración debe acercarse a sus vecinos para prestarles servicios y velar por la garantía de sus derechos en igualdad de condiciones en el medio urbano», apuntaba.
El consejero de la Presidencia, por su parte, negaba la mayor e insistía en que «nadie» de la Junta va a fusionar ningún pueblo en Burgos ni en ninguna provincia de Castilla y León. Es más, Ibáñez aseguraba, contundente, que Castilla y León «no se entendería sin sus municipios», y destacaba también la importancia de reconocer el pasado para poder comprender el presente y encarar el futuro de la Comunidad.
Mano tendida para aplicar las 35 horas
Ante el conflicto abierto entre la Junta y los sindicatos UGT, CCOO y CSIF por la aplicación de las 35 horas semanales de los empleados públicos, el consejero de la Presidencia insistía en que esta reducción es un «compromiso» de la Junta y de su presidente, Alfonso Fernández Mañueco, para aplicarlo en esta legislatura, y volvía a tender la mano a las organizaciones sindicales, que mantienen las movilizaciones previstas, para llegar a una solución definitiva lo antes posible y «que dé estabilidad en el tiempo».
