Catalina Domingo usó arsénico para acabar con la vida de sus hijos, su marido y sus tíos
Una cascada de muertes en la familia, todas ellas en extrañas pero similares circunstancias y en un corto plazo de tiempo, acabaron delatando a Catalina Domingo, conocida como La envenenadora de Pollença, una población a 55 kilómetros de Mallorca. El matrimonio Kelleher explica en su libro Los asesinatos más raros: mujeres que asesinaron en serie que las viudas negras suelen tener un inicio tardío en sus crímenes y que su motivación es económica. Las víctimas son esposos, familiares o personas próximas. Consiguen su propósito con veneno. Fármacos que en grandes dosis y a la larga generan la muerte, que no suele ocurrir de forma instantánea, lo que les permite esquivar la justicia por la aparente naturalidad del fallecimiento.