Orden de alejamiento, prohibición de comunicarse con la víctima e ingreso en un centro de reforma en régimen semiabierto. Esa ha sido la medida cautelar que impuso ayer el juez a las dos niñas de 14 años acusadas de dar una paliza a otra de la misma edad que estaban esperando a la salida del instituto situado en el distrito de San Blas, tal y como había solicitado la Fiscalía.
Las adolescentes solo podrán salir del recinto de reforma para ir a clase o realizar alguna actividad, bajo custodia
Todo ello se traduce en que, a partir de ahora, hasta que se celebre el juicio y haya sentencia, las dos adolescentes permanecerán internadas en un recinto del que solo podrán salir para ir al clase o realizar actividades bajo custodia policial. Así lo decidió el magistrado en la comparencia que se celebró a primera hora de la noche.
Los padres de la víctima respiraron aliviados al conocer la decisión judicial. Habían solicitado la orden de alejamiento para que las implicadas no se acercasen a su hija y no pudieran atacarla de nuevo. La paliza, grabada y colgada en una red social, se produjo el lunes pasado en la puerta del Instituto Francisco de Quevedo, donde se había matriculado este curso la víctima.
Al parecer, el episodio tuvo su origen en los celos. La agresora, de etnia gitana, se enteró de que la que fue una de sus mejores amigas estaba saliendo con su exnovio. Fuera de sí, decidió vengarse y ajustar cuentas con ella. Su cómplice, la segunda arrestada, se encargó de averiguar a qué hora salía la víctima. Estuvieron esperando y a las 15.30 horas acudieron al centro. A la lesionada le dijeron que la estaban buscando e intentó salir por otra puerta. No logró esquivarlas. Empezó entonces el rosario de insultos, zarandeos y golpes, estos ya a manos de la exnovia. Mientras un corrillo de chavales, algunos acompañantes de las detenidas, hicieron de parapeto para impedir que la víctima huyera o fuera defendida.
Expediente disciplinario en su centro escolar
Recibió patadas por todo el cuerpo, golpes en la cabeza y le fue arrancado el «piercing» de la nariz, que resultó fracturada. Mientras, la terrible escena era grabada por muchos chicos que no la auxiliaron en ningún momento. Sus padres denunciaron los hechos y las acusadas fueron detenidas el jueves pasado en el Instituto Simancas del mismo distrito, donde estudió la víctima hasta este curso. Algunos han dicho que sufría «bullying», un extremo que no ha sido confirmado aún. Ninguna de las menores declaró ante los agentes del Grume. Están acusadas de un presunto delito de lesiones. La Policía va a ampliar la investigación.
Por su parte, la Consejería de Educación activó el protocolo contra el acoso escolar hasta que se aclaren y los hechos y el centro de las acusadas les ha abierto un expendiente disciplinario.
