De nueva cuenta jóvenes, niños y padres de familia, convocados por el movimiento #FridaysforFuture, salieron a las calles del centro de Monterrey para manifestarse, alzar la voz y exigir un cambio a energías limpias y prohibir el fracking, entre otros puntos en pro del medio ambiente.
Derivado de ello, más de 300 personas que se congregaron en la Alameda Mariano Escobedo, y que solicitan exista una justicia climática, iniciaron su marcha rumbo al Palacio de Gobierno portando pancartas en las que se señalaba, "Ni un grado más, ni una especie menos", "Estoy arreglando la tarea...que hicieron mal", y lanzando al viento su principal grito activista: ¡Respirar...aire limpio!
Cabe recordar que este movimiento lo inició la sueca Greta Thunberg el año pasado, y en él, estudiantes alrededor de todo el mundo se reúnen los viernes y protestan por la justicia climática, mientras que en su capítulo Monterrey, esta fue la tercera marcha del año, la segunda de manera consecutiva, según explicó la vocera del activismo local, Dana Chávez Rodríguez.
De acuerdo con la joven, previo a la marcha estuvieron en el Congreso del Estado, donde llevaron a la mesa el tema de "Sembrando ideas", esto dentro de la apertura de los diputados locales posterior a la protesta que realizaron en la ciudad la semana pasada.
"Pedimos que autoridades de más arriba, como senadores, gobernadores, nos abran las puertas y nos escuchen como nos escucharon los diputados en el Congreso", indicó Chávez Rodríguez.
Dentro de las demandas de la protesta, que concluyó con un plantón frente a las escalinatas del Palacio de Gobierno estatal, están las generales como que se cumpla a cabalidad con los acuerdos ambientales y la agenda 2030.
"Demandamos detener la construcción de nueva infraestructura para extraer, procesar o quemar combustibles fósiles, en particular la refinería de Dos Bocas, de Tabasco, plantas carboeléctricas, y la termoeléctrica de la Huasteca de Morelos.
"Acelerar la transición energética sin energías renovables, prohibir la técnica de fractura hidráulica o fracking, quitar los subsidios a los combustibles fósiles, y establecer un precio justo y transparente a las emisiones de carbono", puntualizó la activista.
Todo ello, destacó, con el fin de seguir una ruta para que la temperatura no supere los 1.5 grados centígrados que fijó el acuerdo de París en 2015.
