El valor de la producción generado por la construcción presentó una contracción de 8.27 por ciento anual durante julio, lo que representó su mayor caída para un mes similar desde 2007, año en el que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) empezó a levantar esos registros.
De esta forma, el sector de la construcción hiló 13 meses consecutivos con caídas.
Según el instituto, el valor de la producción considera todos los trabajos de construcción ejecutados por una empresa, en el que se toma en cuenta el precio de venta y el avance físico de las obras.
José Antonio Hernández Balbuena, gerente del Centro de Estudios Económicos de la Construcción (CEESCO), consideró que las principales causas del deterioro de la actividad productiva de la construcción en 2019 han sido la disminución en la ejecución de la inversión física presupuestaria, el retraso de las obras emblemáticas del presente Gobierno, la falta de confianza de inversionistas y la postergación de diversos proyectos inmobiliarios.
La edificación, el pilar más importante de la construcción, presentó una disminución de 3.01 por ciento en julio, con lo que este componente ya hiló cinco meses en 'números rojos'.
Al interior de la edificación se contemplan las unidades económicas dedicadas principalmente a la construcción de vivienda unifamiliar o multifamiliar, además de diversos proyectos no residenciales. También se toman en cuenta los trabajos de supervisión.
Otros subsectores que entraron en terreno negativo durante el séptimo mes del año fueron los especializados en la construcción de proyectos de agua, riego y saneamiento (14.02 por ciento), electricidad y telecomunicaciones (2.63), transporte y urbanización (11.78) y otro tipo de construcciones (32.43).
A su vez, el subsector que toma en cuenta el desarrollo de obras vinculadas con el petróleo y petroquímica acumuló siete meses consecutivos con alzas de doble dígito: tan solo en julio, registró un aumento de 35.84 por ciento.
Respecto al personal ocupado que laboró en alguna actividad del sector de la construcción se observó un retroceso de 4.83 por ciento anual, por lo que este indicador ya acumuló un año ininterrumpido de descensos.
De manera complementaria, las remuneraciones reales cayeron 2.98 por ciento, su mayor retroceso desde noviembre de 2016, mientras que también se observó una reducción de 5.44 por ciento en las horas trabajadas del personal ocupado en la construcción.
