Un grupo minoritario de partidos opositores aceptaron iniciar negociaciones con el presidente venezolano, Nicolás Maduro, al tiempo que ambos decidieron excluir a los sectores mayoritarios liderados por Juan Guaidó y la Asamblea Nacional de Venezuela (ANV). El acuerdo, que incluiría el regreso del oficialismo a la ANV (bajo control de la oposición y declarada en desacato por el […]
Delcy Rodríguez sostiene el acta del acuerdo firmado con los partidos opositores minoritarios. Foto: Gobierno de Venezuela
Un grupo minoritario de partidos opositores aceptaron iniciar negociaciones con el presidente venezolano, Nicolás Maduro, al tiempo que ambos decidieron excluir a los sectores mayoritarios liderados por Juan Guaidó y la Asamblea Nacional de Venezuela (ANV).
El acuerdo, que incluiría el regreso del oficialismo a la ANV (bajo control de la oposición y declarada en desacato por el gobierno), fue firmado el lunes por representantes de los partidos pequeños -algunos fundados por exmiembros del chavismo- y por altos cargos del Ejecutivo.
La Casa Amarilla, sede la Cancillería de Venezuela, fue el lugar escogido para iniciar el Acuerdo de la Mesa de Diálogo Nacional, la nueva carta de Maduro para ganar tiempo tras el fracaso de las reuniones en Barbados que eran auspiciadas por Noruega.
Desde el despacho del Juan Guaidó (quien fuera declarado presidente encargado de Venezuela por la ANV, y que ha sido reconocido por unos 50 países como mandatario) se había dicho que las negociaciones auspiciadas por Noruega estaban “agotadas”.
Ese fue el segundo intento de negociaciones que fracasó recientemente, y es por eso que el gobierno de Maduro movió la brújula y apuntó a otros sectores opositores minoritarios, en este caso representados por el diputado Timoteo Zambrano, quien asegura ser opositor del chavismo desde “hace varias décadas, pero que se oponía a la fuerza”, justificando así su adhesión a ese pacto, rechazado por la mayoría de los otros partidos antichavistas.
Además de Zambrano, asistieron los dirigentes Claudio Fermín, Felipe Mújica, Luis Romero, y Rafael Marín, todos integrantes de partidos que no capitalizan un gran porcentaje de votos de la ciudadanía.
En rueda de prensa, Guaidó advirtió que esa Mesa de Diálogo empeorará la crisis y la consideró una “excusa” de Maduro para no retomar las conversaciones suspendidas en agosto, cuando la delegación enviada por el Ejecutivo se levantó de la mesa. “Que no busquen alternativas que lleven a mayor crisis, aislamiento internacional, nadie confía en eso, no hay confianza en este régimen”, dijo Guaidó.
