Miles de personas participaron, un año más en el festejo “Toro de la Vega”, en la localidad vallisoletana de Tordesillas, la cuarta ocasión consecutiva en la que no se da muerte animal en público, tras la normativa publicada en 2016 por la Junta de Castilla y León.
“Barco” ha sido el ejemplar de este año, de unos 575 kilos, con mucho empaque, y quien ha protagonizado un festejo rápido y en el que no ha habido que lamentar ningún tipo de incidente.
A las once en punto comenzaba este tradicional encierro desde la calle de San Antolín, y el astado sólo ha necesitado tres minutos para alcanzar la zona de pinares de la localidad vallisoletana.
Hay que recordar que la prohibición de lancear al animal vino motivada después de una agresiva campaña por parte de los defensores de los derechos de los animales, que criticaban esta tradición en la que se hostigaba al toro con lanzas hasta su muerte.